La conocida como la Casa de la Verge del Carme abrió sus pertas en Capdellà el 11 de mayo de 1880 y la congregación de franciscanas se unificó con la de Paguera en julio de 1996. En este espacio las religiosas contaban con una enfermería y un colegio. | Michel's

TW
2

La puertas del convento de las hermanas franciscanas de Es Capdellà volverá a abrir sus puertas. El Ajuntament de Calvià ha llegado a un acuerdo con las religiosas para comprar el antiguo convento de la localidad por un precio de 544.000 euros. «Una cantidad muy inferior al precio de mercado», explica el delegado de Vivienda, Urbanismo, Planeamiento y Patrimonio de Calvià, Jaime Bujosa, quien destaca la «generosidad de las religiosas para que el convento quede en manos del pueblo».

Este mismo mes de noviembre se formalizará la compra del espacio que cuenta con una superficie de 653 metros cuadrados construidos y que es un edificio catalogado por el propio Ajuntament calvianer. No en vano el edificio acogió una enfermería y muchos de los habitantes de Es Capdellà pasaron sus primeros años de infancia en la ‘escoleta’ que tenían allí tenían las religiosas. «Es un espacio muy querido por los vecinos y precisamente ellos fueron los que pidieron al Ajuntament que comprara el edificio para que no caer en manos privadas», añade Bujosa.

Una vez materializada la compra, que se hará con recursos propios del Ajuntament, se estudiarán los usos que pueden darse al edificio. El delegado de Patrimonio asegura que el objetivo es darle un uso cívico, para que las diferentes entidades del municipio puedan tener un espacio, además también de contar con un nuevo espacio cultural en Es Capdellà. Es un edificio de dos plantas con un patio interior, por lo que hay muchas posibilidades de uso. Sobre el estado de conservación, Bujosa reconoce que se deberán realizar algunos trabajos de adecuación y reforma, pero que la estructura principal está en un estado.

El convento de Es Capdellà, conocido también como la Casa de la Verge del Carme, abrió sus puertas en 1880 hasta el año 1996 cuando, no cerró del todo, pero si que hubo una unificación de las religiosas de Es Capdellà con las de Peguera.

Durante más de un siglo las franciscanas realizaron servicios a la comunidad, atendiendo a enfermos, atendiendo en las casas particulares, así como ayudando a la educación de los niños del pueblo. Desde la congregación aseguran que su intención siempre ha sido que el edificio quede en manos del pueblo. En estos años se estima que lo normal era una comunidad de unas seis o siete religiosas para atender todos los servicios que prestaban a la pequeña localidad de Calvià.

Punto de vista
Lola Olmo

Un patrimonio con arraigo

Lola Olmo

En Es Capdellà, al igual que en muchos otros pueblos de Mallorca, las religiosas ofrecieron atención educativa y sanitaria en una época en la que los servicios públicos eran escasos. La falta de vocaciones y la evolución de la sociedad han ido dejando vacíos los antiguos conventos. Ahora que los ayuntamientos tienen recursos, es una buena idea recuperar este patrimonio inmobiliario y cultural que los vecinos tienen en estima, y ponerlo al servicio de la sociedad.