Pere Santandreu está al frente del auditorio desde su apertura. | RD

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El 29 de mayo de 1999 se inauguró el Auditòrium Sa Màniga de Cala Millor, un centro cultural y de congresos que revolucionó el panorama cultural en la Part Forana. Pere Santandreu (Sant Llorenç, 1970) ha sido el gerente durante todos estos años. El día 7 de noviembre se celebra este 25 aniversario y se hará en el marco de una gala en la que se contará con la actuación de la Orquestra Simfònica de Balears.

¿El Auditori sa Màniga cumple 25 años. ¿Cuál es el balance que puede hacer tras todos estos años al frente?
—El balance es del todo positivo: el centro está consolidado, tenemos una programación anual estable, las líneas de programación son muy claras, contamos con un público entregado (al que cuidamos mucho), y tenemos el apoyo del Ajuntament de Sant Llorenç. De hecho, éste es quien aporta casi la totalidad del presupuesto y que da estabilidad al equipo de cinco personas que trabajamos a jornada completo en sa Màniga.

Este centro ¿supuso en su momento un revulsivo para la cultura en la Part Forana?
—En mi opinión, somos un centro que suma, que presenta sus propuestas específicas y diferenciadas. Contamos con una sala para exposiciones temporales de arte; un teatro/auditorio que ofrece sobre todo música, danza, y espectáculos familiares; y cinco salas para reuniones, formación, congresos, etc. Vinimos para contribuir a la felicidad común y a la reflexión sobre nuestro mundo que te puede aportar el arte.

¿Cómo ha sido su evolución?
—Yo creo que la palabra clave ha sido «adaptación». Adaptarse continuamente a los cambios sociales, demográficos, económicos y de hábitos que se producen en la sociedad. En 25 años, en el mundo ha habido grandes problemas que evidentemente también nos han afectado: el atentado a las torres gemelas (que supuso un parón del turismo de negocios), la fuerte crisis del 2008, la pandemia del COVID…

¿Cuál ha sido la seña identificativa o la principal apuesta que ha permitido mantenerse en un mundo donde hay tanta competencia?
—Ofrecer una propuesta única, y experiencias memorables. Es cierto que el arte en vivo tiene muchos competidores, pero también es verdad que la comunión íntima entre artista y espectador sólo se da en estas artes efímeras y a la vez tan intensas. Son experiencias únicas.

¿Qué eventos o festivales destacaría a lo largo de estos años?
—Cada semana encontrarán actividades muy atractivas, por lo que es difícil destacar una sola. Los eventos de más peso son el ¡Millor! Festival de espectáculos familiares (primer fin de semana de octubre) y Dansamániga-Temporada Internacional de Danza. En Dansamániga este año contamos con el Ballet de Barcelona, la Compañía Ibérica de Danza (cuyo director es Premio Nacional de Danza) y quizás el Ballet National de Marseille.

¿Cuántas personas y espectáculos se han llevado a cabo durante todo este tiempo?
—Miles de espectáculos y miles de artistas nos han acompañado. Todos son maravillosos e imprescindibles: público y artistas. Para ellos trabajamos.

El público es indispensable en cualquier función ¿Cómo se consigue su fidelización? ¿Qué perfil tiene?
—Es un público muy heterodoxo, tanto local como visitante, por lo que ofrecemos información y atención en cuatro idiomas, o unos horarios adecuados para todos. Para que continúe viniendo, lo importante es ser coherente y tener continuidad, que no haya altibajos en las actividades. Por otra parte, intentamos que venir a sa Mániga sea una velada muy especial. Asistir al Auditorio no se limita a la función, sino que hay charlas de los artistas con el público, ensayos abiertos, y seminarios, lo cual permite que el público sea parte activa y participativa.

¿Le ha quedado algún reto pendiente?
—Los próximos retos los generará la sociedad, y nosotros intentaremos dar respuesta a ellos. Sa Mániga tendrá sentido si continuamos siendo útiles.

¿Qué papel ha jugado aparte de las artes escénicas las convenciones, congresos o eventos?
—Estos mismos días, todo el edificio está a disposición de un importante grupo que se aloja en un hotel del municipio. Desde el inicio, nuestro proyecto combina ser un centro cultural y dar los servicios de un centro de convenciones, por lo que contribuimos al desarrollo del producto MICE (meetings, incentives, conventions, events) en la Bahía de Cala Millor.

¿Hacia dónde mira Sa Màniga en el futuro?
—A continuar ofreciendo belleza a nuestra sociedad.