Esta medida llega después de que el Ajuntament instara en abril de este año a la institución insular a colaborar en la ejecución de un plan de movilidad en el núcleo de Randa. «Desde el Consell estudiamos la petición desde el punto de vista técnico y aunque sabemos que el tráfico rodado en Randa es un tema complicado, esta opción ha sido validada», apuntó el director insular de Movilitat, Rafel Gelabert.
Además de esta decisión, en todo el núcleo también se ha rebajado el límite de velocidad a 30 kilómetros hora pese a que el Ajuntament exigía que se bajara a 20 kilómetros hora. «Al ser una zona urbana podemos limitar a 30 kilómetros, pero rebajar más la velocidad podría suponer otro problema», matiza Gelabert. El Ajuntament también propuso un cambio de pavimentación para incentivar esta reducción, algo que el Consell tampoco ha avalado.
Así mismo, desde el Consell recuerdan que, pese a ser una carretera, «al ser también travesía la Policía Local tiene competencias para controlar que se cumple con la restricciones y limitaciones acordadas». Gelabert señaló además que «continuamos trabajando conjuntamente con el Ajuntament en otros temas de esta índole como la carretera que une Algaida y Llucmajor». En este sentido, cabe recordar que la mejora de este vial es una reivindicación histórica del municipio del Pla. Según el Consell, el proyecto de remodelación de la vía está actualmente a la espera del informe ambiental que garantice poder continuar con su tramitación.
Randa tiene un urbanismo característico que convierte al núcleo en un reclamo turístico. Ésto conlleva a su vez serios problemas de movilidad. De hecho, en temporada alta podían llegar a subir al pueblo una media de 10 macro autobuses diarios. Un hecho que, tal y como informaron desde el Ajuntament, ha provocado en reiteradas ocasiones daño a elementos de carácter patrimonial, dado que la carretera es muy estrecha y se hace difícil maniobrar.
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