El documento de Defensa al que este diario ha tenido acceso descarta el polvorín de Santa Magdalena por encontrarse en una «ubicación inadecuada, lejos del núcleo poblacional». Además resalta que las instalaciones se encuentran «sin suministro de agua» y «sin climatización», además de ser un inmueble con «poca capacidad», al no llegar a las cien plazas. El informe también subraya que los edificios que fueron de uso militar hasta finales del siglo pasado se encuentran «en terreno abrupto».
El IMAS informó la semana pasada que se había solicitado la cesión del polvorín de Santa Magdalena para evitar el uso de tiendas de campaña en el antiguo cuartel de Son Tous de Palma para hacer frente al aumento de la llegada de personas migrantes a Mallorca. A pesar de haberlo reclamado al Ministerio de Defensa, es realmente Secretaría de Estado de Juventud e Infancia quien tiene que llevar a cabo el proceso administrativo y de control para que la cesión del polvorín de Inca al IMAS, por parte del Ministerio de Defensa, se haga efectiva.
Además del informe desfavorable por parte de Defensa, el Ajuntament d’Inca y la Comandancia General de Baleares comprobaron el mal estado de las instalaciones en mayo de 2023, cuando se realizó una visita. El Consistorio inquer había mostrado su interés en adquirir el polvorín después de que Defensa lo hubiera declarado como «propiedad innecesaria», con la intención de realizar una gran reforma y convertirlo en un albergue.
El polvorín de Santa Magdalena fue construido a finales de la década de los años cincuenta del siglo pasado. Consta de dos naves de 500 metros cuadrados y de túneles que se usaban para almacenar munición y proyectiles. Tras la reorganización de las fuerzas militares en Mallorca quedó en desuso y se fue abandonando paulatinamente.