El Ministerio de Defensa puso en venta el polvorín de Inca en 2022 y el Ajuntament se interesó por su adquisición. | PEP PONS MASCARÓ

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El Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) ha solicitado al Ministerio de Defensa la cesión del antiguo polvorín de Santa Magdalena, en Inca, para utilizarlo como centro de acogida de menores migrantes no acompañados. El delegado de Gobierno, Alfonso Rodríguez, ha informado que la Secretaria de Estado de Infancia y Juventud, junto al Ministerio de Defensa, «están aclarando el proceso administrativo para llevar a cabo la operación».

Técnicos del Consell han visitado las instalaciones y consideraron que los edificios, que llevan en desuso varias décadas, están acondicionadas para acoger a los menores no acompañados en el mismo momento que reciban la autorización de Madrid. El conseller insular de Benestar Social, Guillermo Sánchez, ha tildado de «recurso bastante idóneo y de alta capacidad» el inmueble de Santa Magdalena, por lo que «la derivación de menores sería inmediata». El objetivo es el de evitar el uso de tiendas de campaña en el cuartel de Son Tous, por lo que espera que antes de final de año se pueda usar ya el polvorín de Inca.

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El alcalde de Inca, Virgilio Moreno, ha sido muy crítico con «la actitud del Consell y del Govern de no informar a nuestro municipio de las intenciones de albergar a los menores migrantes no acompañados en las instalaciones de Santa Magdalena». El alcalde quiere «dejar muy claro que somos conscientes que se trata de un recurso muy necesario y nuestra ciudad ha sido siempre de acogida. Lo que no nos parece normal es que no se nos haya informado de esta petición al Ministerio de Defensa y pensamos convocar al Consell y al Govern si seguimos sin saber nada de este plan». Aún así, Moreno traslada «un mensaje de tranquilidad hacia la sociedad inquera. Desde el Consistorio coordinaremos las áreas de responsabilidad municipales relacionadas con este futuro centro».

El Ajuntament d’Inca se interesó el año pasado en adquirir el polvorín, después de que el Ministerio lo declarara «propiedad innecesaria» y lo pusiera a la venta. Tras haber realizado visitas para ver sus posibilidades, el alcalde asegura que «los edificios están en un estado precario y no reúnen las condiciones para albergar a los menores. Se necesita una gran inversión para dejarlos en las condiciones mínimas. Desde el Ajuntament queremos colaborar, pero no meter a personas en lugares insalubres».