En el núcleo urbano, las cámaras estarán distribuidas en zonas clave, aunque su ubicación exacta no se dirá. | R.P.F.

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El Ajuntament de Pollença ha anunciado la instalación de 15 nuevas cámaras de videovigilancia en diversos puntos del municipio con el objetivo principal de reforzar la seguridad viaria y controlar problemáticas específicas como los vertidos de basura ilegales y otros actos incívicos. Estas se sumarán a las 18 ya existentes. La iniciativa, liderada por la regidora de la Policía Local, Maria José Jiménez, se financiará a través de una subvención otorgada por el Govern.

Jiménez detalló que, aunque la seguridad es la principal motivación para este proyecto, el control de los vertidos ilegales en caminos rurales también es una prioridad. «Esta cuestión está descontrolada porque es muy difícil de parar», señaló. Por ello, algunas cámaras se colocarán en puntos estratégicos como el Camí vell de Campanet, el Camí de la Font de Mal Any y el Camí vell de la Cala Sant Vicenç. En el núcleo urbano, las cámaras estarán distribuidas en zonas clave, aunque su ubicación exacta no será divulgada para evitar que sean esquivadas por carteristas y otros infractores.

Una de las ubicaciones más destacadas será la playa de Llenaire, donde se han producido en los últimos años varios casos de envenenamiento de perros, un tema que había generado gran preocupación entre los dueños de mascotas. «Con esta medida, damos respuesta a una demanda urgente de la ciudadanía y reforzamos la seguridad en una zona especialmente conflictiva», explicó Jiménez. Además, se colocarán cámaras en parques infantiles, instalaciones municipales y las dependencias de la Policía Local para garantizar una supervisión constante.

El proyecto, con un coste de 86.776,67 euros, incluye la creación de un centro de control