Imagen del intenso tráfico que sufre el núcleo urbano de Estellencs algunos meses. | Michel's

TW
5

Nueva acción conjunta de los municipios de la Mancomunitat de Tramuntana contra la contaminación acústica. Tras la aprobación de un reglamento municipal limitando el exceso de ruido de coches y motos por parte de los diferentes ayuntamientos de la Serra, ahora los alcaldes afectados van un paso más allá y serán ellos mismos los encargados de vigilar los excesos de ruidos dentro del Paraje Natural.

Los vecinos de la carretera Ma-10 han denunciado en repetidas ocasiones el descontrol de vehículos e incluso carreras ilegales que se suceden en la zona de la Serra. Ayer, los alcaldes de los 13 municipios de la Mancomunitat aprobaron la compra de tres aparatos de sonometría para que sean los agentes de la Policía Local de cada municipio los que puedan ejercer dichos controles.

La compra de los sonómetros, con un importe total de 15.000 euros, se podrá realizar gracias a la ayuda del Consell de Mallorca, apuntaba ayer el presidente de la Mancomunitat de Tramuntana y alcalde de Estellencs, Bernat Isern. A su vez, Isern recordaba que el objetivos es «intentar acabar con la delincuencia sonora que sufrimos en la Serra de Tramuntana».

El plan de actuación previsto por los alcaldes es poder adquirir los aparatos y que durante los meses de enero y febrero la Policía Local de cada municipio afectado pueda realizar los cursos pertinentes y así «a partir de marzo poder actuar», añade el alcalde de Estellencs, uno de los municipios que sufre las consecuencias de los excesos de ruidos, sobretodo durante la temporada alta.

Los sonómetros no serán instalaciones fijas, ya que podrán ir rotando según las solicitudes de cada ayuntamiento y estos solo podrán actuar en las zonas urbanas y travesías. Quedan fuera pues del control municipal las zonas de fora vila y también las carreteras -pertenecientes al Consell de Mallorca. «Nos reunimos con la Dirección General de Tráfico y ya nos advirtió que solo podemos actuar en zonas urbanas, por lo que primero optamos por impulsar una ordenanza conjunta sobre contaminación acústica y ahora establecer los controles pertinentes», añade.

Las sanciones por exceso de ruido tanto en coches como en motos varía según el grado de infracción. En caso de ser sanción leve oscila entre los 6.000 y los 12.000 euros, mientras que las graves ascienden hasta 300.000 euros.

La medida, que no tiene un afán recaudatorio sino más bien de concienciación también ha sido aplaudida por algunos municipios de la Mancomunitat del Raiguer que confían poder sumarse a la iniciativa y también fijar controles.