Los ayuntamientos de Ariany y Petra ya han firmado el convenio con el Govern para abastecerse de agua. | ARCHIVO

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El 2025 llega con una nueva fuente de agua potable para los municipios de Petra y Ariany. Tras más de un año de tramitación administrativa todo apunta que este mismo mes de enero ambas localidades podrán contar con agua potable procedente de las desaladoras y de los acuíferos de Palma. La Conselleria de la Mar i el Cicle de l’Aigua ya ha firmado el convenio con los ayuntamientos de ambos municipios y «ahora solo falta la concesión, que se espera que se resuelva en el mes de enero para poder iniciar el suministro de agua», señalan desde la propia Conselleria.

Ello supondrá que tanto Petra como Ariany podrán conectar sus redes hídricas con la llamada red en alta, es decir con el agua del acuífero de sa Marineta, la desaladora de Alcúdia, sa Costera y la desaladora de Palma, lo que garantizaría el abastecimiento de agua potable para los dos municipios. Por contra, la ciudad de Manacor deberá esperar todavía unos años y sus vecinos, de momento, empiezan el 2025 sin poder beber ni utilizar para cocinar el agua del grifo.

Por una parte, el Ajuntament de Manacor no ha puesto en marcha la potibilizadora durante el 2024 tal y como había prometido, mientras que la Conselleria del Mar, pese ha avanzar en los trabajos para conectar la red hídrica en alta de Petra hasta Manacor, estima que el agua desalada no llegue hasta la capital del Llevant hasta el 2027. Hace justo un año las previsiones desde la dirección general de Recursos Hídrics era que la conexión estuviera lista durante la segunda mitad de 2026. Ahora, la previsión se dilata en el tiempo.

Pese a ello, el pasado mes de noviembre, el Govern autorizó las obras de conducción de la red en alta, una actuación que supondrá una inversión de 21,2 millones de euros. El plazo de ejecución de los trabajos será de 18 años. Dicho proyecto contempla la construcción de una conducción hidráulica que conecte Petra con Manacor, dando así continuidad a la ya finalizada entre Maria de la Salut y Petra. Además, también se construirá un depósito regulador que permitirá gestionar el suministro de agua potable de manera más eficiente.

La ciudad de Manacor tiene un problema histórico de abastecimiento de agua potable. Hace décadas que el agua del grifo no es apta para el consumo humano debido a la escasez del recursos y la contaminación por nitratos. Desde enero de 2023, 470 viviendas de la ciudad cuentan con agua de calidad gracias a la planta potabilizadora que puso en marcha el Ajuntament.

La ampliación del plan municipal para abarcar toda la ciudad era que estuviera en marcha durante el 2024, aunque problemas técnicos y el hecho que el equipo municipal gobierna en minoría han provocado el retraso en la ejecución del proyecto que prevé potabilizar 10.000 m3 al día.