Más del 30 % de la cabaña ya ha sido vacunada contra el virus de la lengua azul. | Gori Vicens

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La cabaña de ovejas y cabras en Balears está en retroceso desde hace años. Así lo demuestran los datos de la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Medi Natural que en solo un lustro el número de ejemplares se ha reducido en un 14 %.

Las estadísticas agrarias del Govern corresponden entre los años 2019 y 2023, a la espera de conocer todavía qué grado de afectación habrá tenido el virus de la lengua azul en el conjunto del archipiélago. Desde que se detectó el primera caso de lengua azul el pasado mes de agosto, los casos positivos de animales infectados se dispararon durante los primeros meses y algunas voces del sector alertaban que más de 15.000 ovejas podrían haber muerto entre agosto y noviembre debido a la infección. A día de hoy, parece que la propagación del virus está en retroceso debido principalmente a dos factores, la llegada del frío -que hace que no haya mosquitos- y también el inicio de la vacunación de los animales, que en estos momentos supera el 30 % de la cabaña.

A la espera pues de conocer la realidad de la ganadería ovina y caprina en las islas ‘post-pandemia’, las cifras demuestran que la situación del sector ganadero está en retroceso desde hace años. Si bien en 2019 había en el conjunto de Balears un total de 205.504 ovejas registradas, la situación en 2023 era mucho inferior, con 176.698 cabezas. Lo que significa que hay 28.806 ovejas menos en solo cinco años.

El declive, apuntan fuentes del sector, es más pronunciado los años 2022 y 2023 debido, aseguran, a las consecuencias de la sequía que afecta a Balears y que provocó «que muchos ganaderos optasen por desprenderse de los rebaños». Tanto 2023 como 2024 han sido años de gran preocupación para el sector ganadero y cerealista, ya que la falta de precipitaciones ha provocado que se pierdan gran parte de los cultivos de secano como forrajes y pastos. Ello obligó a los ganaderos ha comprar comida para mantener sus cabañas de animales, lo que podría haber provocado que algunos se desprendieran de las ovejas por no poder asumir los elevados costes.

Por contra, los datos de la Conselleria desprenden que pese a contar con menos cabaña ha crecido el número de explotaciones registradas situándose ahora en más de 3.000. Lo que significa que la media de ovejas en cada explotación ronda los 54 ejemplares.

La situación de la cabaña de caprino también está en retroceso pero en menor medidas ya que se han pasado de 9.525 cabras en 2019 a 9.303 ejemplares en 2023. Los datos de 2024 también se espera que muestren un retroceso, aunque mucho menor al del ovino.

'Porcelletes'

Semanas antes de las celebraciones de Navidad, los ganaderos ya alertaron de la falta de ‘porcelletes’ debido a la alta demanda por estas fechas. Si se analiza la realidad del sector porcino en Balears queda patente que esta falta de cochinillos se debe también al retroceso que sufre esta parte del sector ganadero. Si en 2019 había 13.097 animales, la cifra cinco años después se ha reducido a 10.970 ejemplares, lo que significa una disminución de la cabaña en un 16,2 %. Pese a ello, los precios de los dos últimos años son buenos, lo que puede animar al sector a remontar la cabaña.