OKUPACIÓN EN MALLORCA

Ultimátum a los okupas del Bellevue: antes del lunes deberán abandonar el edificio

Una veintena de personas optar por irse del Neptuno II y la mayor parte firma el acuerdo propuesto por los desokupas para evitar acciones legales que se tomarán con los que incumplan ese plazo

Tres de los okupas desalojados, en el exterior del edificio Neptuno II del complejo Bellevue del Port d'Alcúdia. | Teresa Ayuga

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La proceso de desalojo del edificio Neptuno II, okupado en su práctica totalidad dentro del complejo turístico Bellevue, ubicado en el Port d'Alcúdia, sigue avanzando tras la ofensiva planteada por una empresa especializada a instancias de la propiedad del establecimiento. La presencia de medio centenar de efectivos de Guardians Control, con conocimiento de la Policía Local y la Guardia Civil, cuyos agentes constataron que la actuación seguía con la norma, ha llevado a perimetrar el escenario de la masiva okupación, con controles de acceso que han impedido de nuevo la entrada a quienes les ha cogido por sorpresa esta medida.

Salvo a quienes han aceptado firmar el acuerdo particular por el que se comprometen a dejar los apartamentos okupados a cambio de no ser denunciados por la empresa gestora (BlueBay), teniendo en cuenta una serie de casos especiales que afectan a familias con niños menores de edad y personas consideradas vulnerables por motivos de salud. Esos sí podrán tener acceso a entrar y salir, pero la medida tiene fecha de caducidad.

Dos vigilantes de la empresa desokupa, en el exterior del edificio. Foto: Teresa Ayuga

Pese a ello, los abogados que han gestionado la operación de salida, con Lázaro Lúcio de Oliveira al frente, han planteado a los okupas una medida de gracia, teniendo en cuenta el margen de tiempo y la complejidad de algunos casos a la hora de trasladarse. Cerca de una veintena de esos 'inquilinos' -algunos dicen llevar allí cerca de un año y el bloque está sin actividad desde la pandemia- han optado por abandonar voluntariamente el edificio, a los que se suman buena parte del grupo, que ha suscrito el acuerdo propuesto por los desokupas.

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Ante la buena fe de buena parte de los okupas y la actitud mostrada por el grueso de ellos, buscando evitar un contencioso, se les ha ofrecido a quienes hayan firmado y aceptado el documento de renuncia y salida poner moverse con libertad hacia el exterior hasta el próximo lunes. En ese momento, quienes sigan dentro de los apartamentos se exponen a medidas legales por parte de los desokupas, y en consecuencia de la propiedad, por delitos como los de usurpación y daños en la propiedad privada, dados los desperfectos que sufre el edificio en el interior especialmente.

Una persona, en el interior del bloque okupado. Foto: Teresa Ayuga

Por contra, quienes no hayan suscrito el acuerdo propuesto podrán abandonar el edificio Neptuno II, pero no podrán regresar a su interior, toda vez que se han establecido controles de seguridad y acceso, además de perimetrarse para evitar que puedan acceder al mismo a través de los balcones y apartamentos de la planta baja, una de las tres -junto a las dos superiores- okupadas.

El control de acceso estará operativo las 24 horas del día, al igual que la vigilancia del entorno del edificio. «Si el lunes no abandonan, se demandará a los que allí queden y requeriremos a la fuerza pública para identificarles», asegura Lázaro Lúcio de Oliveira, que ha seguido en primera persona todo el proceso durante la jornada del lunes. «Si aceptan el acuerdo y lo firman, pueden entrar y salir hasta el lunes para recoger sus enseres y buscar una alternativa, pero aquí hablamos de una propiedad privada y un establecimiento hotelero que está sufriendo un perjuicio económico y una mala imagen por esta okupación», añade el abogado, quien confirma que «con la mayoría hemos llegado a un acuerdo para que salgan de manera voluntaria sin consecuencias legales por las vías penal o civil», explica el representante legal.

Mientras tanto, la tensa calma seguirá durante unos días en ese espacio del inmenso complejo Bellevue, donde el ajetreo y algunos momentos de tensión durante la jornada marcaron el día en el que la propiedad decidió pasar a la acción para frenar un fenómeno que había explotado durante las últimas semanas, con una okupación masiva en la que se refiere la presencia de mafias o personas que ofrecían esos apartamentos -en los que se instalaron candados o cerraduras nuevas- a cambio de una suma de dinero. A lo que se suma la sospecha de la presencia de pequeños narcotraficantes, además de la inseguridad generada en un espacio tan inmenso como silencioso durante los meses de invierno.