OKUPACIÓN EN MALLORCA

Estampida, tapiado y ultimátum: la okupación del Bellevue entra en su recta final

Numerosos okupas, parejas y familias abandonan el edificio Neptuno II y los servicios sociales de Alcúdia tienden la mano de las familias con menores a su cargo

Uno de los okupas abandona el edificio Neptuno II, este martes, junto a un niño. | Miquel Àngel Cañellas

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El desalojo del edificio Neptuno II, okupado por decenas de personas desde hace semanas y ubicado en el corazón del complejo hotelero Bellevue, en el Port d’Alcúdia, avanza a marchas forzadas. Apenas veinticuatro horas después de la irrupción de una empresa de desokupación, días después de que Ultima Hora destapara este masivo allanamiento del establecimiento, el ultimátum lanzado por parte de los abogados que acudieron al lugar junto a los miembros de Guardians Control, empresa contratada por la propiedad (BlueBay) ha causado el efecto esperado.

Según los encargados de controlar el acceso al edificio, «la práctica totalidad ha aceptado el acuerdo y apenas quedan unas veinte personas dentro, de las 150 que estimamos había antes; el lunes (24 de febrero) expirará nuestro acuerdo y han aceptado las condiciones, aunque nosotros mantendremos el nivel de seguridad y vigilancia hasta ese día, aunque la propiedad lo extenderá más adelante», aseguraba Tomeu Carbonell, portavoz de Guardians Control.

Desde primera hora de la mañana del martes -aunque ya desde la tarde del lunes-, buena parte de los okupas, entre ellos parejas y familias, fueron saliendo pacíficamente del edificio. Algunos lo hicieron por la puerta de atrás para evitar ser fotografiados o filmados por los medios presentes un día más y unos pocos por el acceso principal. Todos ellos aceptaron y firmaron el documento propuesto por los desokupas, a instancias de la propiedad del establecimiento hotelero.

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El acceso principal, tapiado por la propiedad del complejo Bellevue. Foto: Miquel Àngel Cañellas
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Seguridad

Precisamente, esa puerta que da paso a la recepción ha sido tapiada por empleados del establecimiento, siempre bajo la vigilancia de la empresa de desokupas, que controla los accesos desde ahora por la salida de emergencia del Neptuno II, en la cara que da a la piscina.
Una decena de empleados de Guardians Control vigila el edificio y su perímetro, por el que transitan los okupas con libertad de movimientos, al menos hasta el próximo lunes, cuando expira el ultimátum dado para abandonarlo antes de exponerse a acciones legales. Los que no lo hagan o no hayan suscrito el acuerdo propuesto por los desokupas, serán denunciados. Para ello, además, asegura que se requerirá la presencia de la Guardia Civil, que patrulla de manera regular por la zona.

Servicios sociales

Desde el Ajuntament d’Alcúdia confirmaron que algunos de los okupas son usuarios de sus servicios sociales, ofreciendo la atención de los mismos a los que están empadronados, pero también especialmente a las familias que tienen menores a su cargo. Pese a que algunos rechazaron este soporte, el Consistorio, que tuvo conocimiento de esta sucesión de hechos a través de la Policía Local tras la intervención de la Guardia Civil ante la llegada de la empresa de desokupación, seguirá atento a la evolución de estas unidades familiares para plantearles una alternativa en el momento de abandonar el Neptuno II.

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Los obreros encargados de tapiar el acceso, junto a la salida de emergencia. Foto: M.A. Cañellas

De la misma manera, desde el IMAS han mantenido comunicación a nivel informativo con el Ajuntament d’Alcúdia en referencia a este caso de okupación, que está en vías de solución pero ha puesto de nuevo sobre la mesa una problemática que se ha extendido por diferentes rincones de Mallorca, afectando al sector y la planta hoteleras; primero en Cala Bona, ahora en el Port d’Alcúdia, y desde hace unos años también en la zona de Cala d’Or.

Incidentes

La Policía Local de Alcúdia tuvo que acudir, según refieren varios testigos, a la zona del complejo Bellevue durante la tarde-noche del lunes al recibir las quejas por parte de los vecinos de la zona, que fueron increpados por algunos de los okupas al final de la jornada en la que se inició el desalojo del bloque del Neptuno II. Unos hechos que no son nuevos, ya que algunos de ellos reportan con anterioridad las malas maneras de una parte de esas personas, algunas de ellas ya no instaladas en el complejo hotelero, que han dejado por sus propios medios o acompañados por familiares y amigos a sus nuevos destinos.