Armand Abadía es el propietrio de este pequeño Austin Rover Moke de 1988 que adquirió hace diez años | J. M. Giménez
Armand Abadía y su hijo Edgar son dos amantes de los clásicos que poco a poco y sin prisas se han ido rodeando de una pequeña pero interesante colección de vehículos. En esta ocasión, Armand, el padre, nos presenta un pequeño coche ideal para el verano y del que ya no quedan muchas unidades. Nos referimos al Austin Rover Moke. El vehículo es de 1988 y tiene apenas 58.000 kilómetros; y es que, según nos cuenta su propietario, es un coche genial para el verano, pero para el resto del año no es nada práctico. Aunque no se puede decir que no se pueda utilizar, pero por sus características, su tipo de carrocería y demás es mejor aprovechar los meses de calor para su utilización, de ahí que Mallorca sea un sitio ideal para tener uno. Además, sus colores le dan un aire veraniego y eso hace resaltar aún más el vehículo.
4 comentarios
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Habla con propiedad." En Argentina hacen tiradas de 500km. Yo me dedico a trollear en el ultima hora mientras espero el autobus, perdon el colectivo." Lo que usais, digo usan, los argentinos. Coche para un pueblo dices, pues claro. Y para poder usarlo, aqui las carreteras estan asfaltadas y no hay que hacer tiradas dd 500km tragando polvo
"Allà" todo es mejor que "acà", pero no quieren estar allí, sino aquí. No deberían ser tan fanfarrones y si ser un poco mas modestos
A "...": Lo de tu país siempre es superior a lo de aquí, por eso tu estás aquí, no?
En Argentina hacemos tiradas de 500 km. Estos coches son de risa, de juguete, para un pueblo.