Nos explica que la estación del año que le suele dar más uso es en verano, ya que le puede quitar la capota de lona y utilizarlo para ir a la playa con sus amigos.
El 2CV es uno de los modelos que más le gustan a su familia. Este hecho se ve reflejado en que el primer coche que tuvo su padre fue uno de esta marca de color amarillo que vendió para comprarse una furgoneta. Sin embargo, con el paso de los años se dio cuenta de que quería volver a tener otro. Así que empezó una ardua búsqueda hasta que lo encontró. Se lo compró a un conocido suyo que vendía uno beige. Joan recuerda la compra del coche como algo lejano, ya que era muy pequeño.
El amante de los coches nos explica que su gran pasión empezó cuando se escapaba al taller mecánico que tiene su tío Agustín y allí hacía pequeños trabajos. Cuando acabó la Secundaria, decidió hacer un FP de carrocería y más adelante se fue de Erasmus a Rendsburg (Alemania). Al volver, empezó un Grado Superior de Mecánica pero lo dejó porque se dio cuenta de que lo que de verdad le gustaba era la chapa.
Más adelante se puso a trabajar en el taller de su tío en Porreres, pero hace medio año se fue a otro en el mismo pueblo que dirige un amigo suyo.
En un principio Joan y su padre no tenían pensado restaurar el coche. No obstante, todo cambió hace más de 10 años, cuando acudieron a un desfile de carnaval en el que decidieron disfrazarse de hippies y llevar también el coche decorado. Le pusieron pegatinas de distintas formas, entre ellas ojos, en varias partes de la carrocería. Cuando llegó el momento de quitarlas, se habían quedado pegadas y entonces decidieron que había llegado el momento de hacerle una reforma. Cambiaron los faros, combinaron el color original, beige, con este verde menta y le dieron un aire más clásico.
Este no es el único coche que tiene Joan Pou. Un Volkswagen Escarabajo, un Rover Mini 1.3 y un Citröen GS son los automóviles, que están en funcionamiento, que comparte con su padre.
Este coche es un automóvil de cinco puertas y de bajo coste producido por la marca francesa Citroën desde los años 1948 a 1990, que popularmente se conoce como ‘dos caballos'. El motor es de dos cilindros opuestos refrigerado por aire y radiador de aceite y la suspensión está compuesta por brazos longitudinales, sujetos en uno de sus extremos al chasis y tensados por varillas fijadas a unos resortes helicoidales.
3 comentarios
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No eres el único. Me encantaría ver una reinterpretación de este modelo. En cuanto al coche del articulo, muy bonito y a disfrutar de las inclinadas!
Nunca he entendido como Citroen teniendo un coche icónico no se ha apuntado a la moda neoretro que tan buenos resultados le ha dado a VW, Mini y sobre todo a FIAT, que ya se habrá ido al carajo sin el 500.
Precioso, que lo disfruteis muchos años.