Las cosas fueron bien al principio; vio el coche, dio una vuelta por los alrededores y parecía que todo iba a la perfección. Cerraron el trato, hicieron el traspaso de papeles en una gestoría y entonces Alfonso emprendió el camino de vuelta a Valencia. Pero, a los pocos kilómetros, se dio cuenta de que el coche empezaba a calentarse demasiado y supo que no podría llegar a Valencia en esas condiciones, por lo que dio marcha atrás y fue a buscar al vendedor para decirle que el trato estaba roto. Mientras regresaba, tuvo otro percance con la parte eléctrica del coche, quedándose sin luces. Al final, no fue todo mal, ya que el vendedor accedió a devolverle el dinero y que todo quedara en una mala experiencia.
Entonces pensó que ya que estaba en Andalucía podría acercarse a Granada, donde había visto otro modelo, para ver si conseguía hacer un buen trato. Esta negociación ya empezaba contrarreloj, pues a las nueve de la noche de ese mismo día tenía que embarcar en Valencia. Y la verdad es que las cosas en Granada no fueron nada bien. Una vez puestos de acuerdo con el vendedor hubo que esperar hasta el mediodía para poder hacer el traspaso, ya que el coche estaba a nombre de la mujer del propietario y no salía de trabajar hasta esa hora. Luego había que cambiarle las ruedas, pues las que llevaba no eran las adecuadas y aquí fue donde se estropeó todo, pues entre unas cosas y otras, Alfonso salía de la capital granadina a las cinco y media de la tarde, tiempo insuficiente para poder llegar a Valencia con un coche en esas condiciones. Y así fue como perdió el barco y tuvo que pasar la noche en un hostal de Valencia.
Y para más presión, a la mañana siguiente la capital del Turia amaneció con una gran nevada y Alfonso se asustó pensando que no podría ponerlo en marcha, aunque eso no ocurrió.
En cuanto al coche, lo compró el año pasado, pero en poco más de un año le ha realizado un gran trabajo y se puede decir que le ha dado la vuelta por completo reparando y cambiando todo lo que era necesario para dejarlo en un perfecto estado. Nos cuenta una anécdota que protagonizó con su mujer. Estaban en el gimnasio con otra amiga y esta le preguntó: «¿Tu marido se ha comprado otro coche?» y ella le respondió: «Sí, un coche viejo». Una conversación que oyó nuestro protagonista y decidió plasmarla en una pegatina que lleva en el coche como recuerdo de aquel diálogo en un tiempo en el que el coche no era ni por asomo lo que es hoy.
Nos comenta que lo utiliza mucho, de hecho es su coche de diario, ya que su mujer tiene el suyo propio. En la sesión de fotos nos acompañó su hija María, que espera algún día poder quedarse con este precioso cabrio, ya que le encantan los coches descapotables. Aún tendrá que esperar, pero sabe que el coche ahora está en buenas manos y que su padre lo cuidará bien y se lo entregará algún día en perfectas condiciones para disfrutar de él.
7 comentarios
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Le agradezco a José Ángel su invitación por el menu como hice en su día. El motivo de la comida fue la espera por el cambio de llantas, que no fue por capricho si no porque las que montaba no pasan itv. Hablando de vergüenza y que por respeto no comente. Se reventó un neumático al llegar a Palma, comentandoselo a José Ángel, el cual se desentiende totalmente del tema como hizo con las piezas que me tenía que mandar del interior del vehículo , que aún puedo esperar...
Esconderemos en una cochera la historia del automovilismo, que para llegar a los sistemas actuales de seguridad paso este modelo y una multitud de otros, no han surgido de la nada.
En todos los comentarios negativos salvo el que indica que era el dueño y no opino. Presiento envidia y comentarios fuera de lugar ante un utilitario alemán ,versátil,bonito y de calidad Un descapotable que marco una época entre la juventud del momento y que muchos queríamos tener y no pudimos Pero la negatividad no es productiva
Este artículo es un fraude. Soy el q le vendió el coche a Alfonso Brea. El q luce tan bien ahora. Me parece mentira que ponga que fue duna mala experiencia, cuando hasta lo invitamos a comer, y cambio las llantas porque él quería. Vamos una vergüenza q publique. Esto
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Es un peligro de coche al ser tan antiguo sus sistemas de seguridad. Lo guardaria en una cochera.
En Argentina no se gusta de carros tan repetidos, se busca mas la exclusividad.