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El portavoz de la OCU, José María Múgica, advirtió ayer de la posible toxicidad de algunas sustancias que se utilizan en la fabricación de las latas de conserva. En concreto, aludió a los barnices que recubren el recipiente para evitar su corrosión y proteger el producto que contiene la lata. Recientes estudios han demostrado que los elementos de algunos de estos barnices pueden migrar hacia los alimentos, con un efecto que aún se desconoce, aunque pueden ser potencialmente peligrosos para la salud.

Múgica se mostró muy cauto y en ningún momento afirmó que las latas de conserva son peligrosas o que tienen unos efectos nocivos, «porque el grado de toxicidad de las sustancias que se analizan es pequeño; el problema está en que otros elementos presentes en las conservas tienen efectos desconocidos». En este sentido, denunció que los fabricantes opten por trabajar con sustancias de las que no se tienen pruebas de inocuidad y que las Administraciones no tomen cartas en el asunto. Múgica pidió que se emprendan más medidas de control en toda la Unión Europea, «porque los productos circulan libremente de un país a otro».

A pesar de que los riesgos aún son desconocidos y sobre todo haciendo hincapié en esa circunstancia, la OCU insta a los consumidores a no consumir diariamente productos en conserva. Además, recomiendan escurrir bien el producto y eliminar todo lo posible el líquido que rodea el alimento, que es donde más se concentra la toxicidad.