En la pisa de aterrizaje del Monte Scopus, en Jerusalén, se realizaron pintadas contra el Papa.

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EUROPA PRESS - JERUSALEN El viaje del Papa a Tierra Santa, que comienza hoy, provocó ayer los primeros incidentes. El área de aterrizaje destinado al helicóptero que llevará al papa Juan Pablo II al Monte Scopus en Jerusalén durante su visita en Tierra Santa, ha sido saqueado, según indicó ayer la policía israelí.

Pintadas contra el Papa se podían leer en el suelo, banderas del Vaticano han sido rasgadas, y varios proyectores han sido rotos, según la misma fuente. La policía sospecha de extremistas de derechas del movimiento racista Kach de ser los responsables de estos actos vandálicos.

Miembros de este movimiento manifestaron estas últimas semanas su hostilidad hacia la visita del Papa con pintadas en las paredes del edificio donde Juan Pablo II se encontrará con los dos Grandes Rabinos de Israel.

El papa Juan Pablo II inicia hoy su «peregrinación jubilar» de seis días a Tierra Santa, «a las fuentes de la fe», que le conducirá a Jordania, Israel y los territorios de la Autoridad Palestina, donde espera «servir a la causa de la Paz» y profundizar el diálogo ecuménico y entre religiones.

El viaje del Papa a esta tierra Santa para las tres grandes religiones monoteístas coincide con un momento particularmente delicado en el panorama político de la región y en el que cada detalle se analizará «con lupa», sobre todo por los sectores más extremistas.

Precisamente, mientras el Pontífice se encuentre en plena segunda jornada de su peregrinaje, israelíes y palestinos se sentarán en Washington para hablar del proceso de Paz, con la devolución de Cisjordania (patria natal de Jesús) como uno de los puntos fuertes de la discusión.

Los palestinos esperan obtener de la visita del papa Juan Pablo II la consolidación de su ambición de proclamar un Estado a partir de este año y de sus reivindicaciones sobre la parte árabe de Jerusalén.