La policía investigará la extirpación sin informe previo de miles
de órganos de niños muertos en un hospital británico, anunció ayer
el ministro de Sanidad, Alan Milburn. Más de dos mil corazones y
otros muchos órganos fueron retirados de miles de cadáveres de
niños desde mediados del siglo pasado sin el conocimiento de sus
padres, según un informe de casi seiscientas páginas publicado ayer
por el Gobierno británico sobre estas prácticas en el hospital
Alder Hey de Liverpool (noroeste de Inglaterra).
El ministro encargó ese informe a un grupo de expertos
independientes a finales del año pasado, tras el escándalo que
causó el conocimiento de que el hospital Alder Hey había extirpado
centenares de órganos de niños muertos sin el consentimiento de sus
familiares.
Según explicó Milburn ante la Cámara de los Comunes, ese centro
hospitalario no sólo extirpaba órganos sin avisar, sino que
actualmente almacena centenares de partes de cadáveres, entre ellas
una colección de cabezas de la década de los 60. La investigación
concluye que estas prácticas se agravaron entre 1988 y 1995 con la
presencia del patólogo Dick Van Velzen, quien mintió a «los padres,
a otros médicos y a los directivos del hospital», añadió el
ministro. Milburn añadió que Velzen falsificó grabaciones e
informes, e incitó a otros miembros del personal a cometer ese
mismo tipo de actos.
Durante ese período, el profesor Velzen «ordenó sistemáticamente
la retirada ilegal y contra toda ética de todos los órganos de
niños muertos», añadió Milburn, quien se confesó «horrorizado» por
los resultados del informe. La investigación, dirigida por el
abogado Michael Redfern, que entrevistó a personal médico y a
familiares de las víctimas, concluye que el doctor Velzen no
debería trabajar nunca más en el Reino Unido.
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