La granja de cerdas en Lleida donde estaban las madres de los lechones infectados.

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El director general de Ganadería del Ministerio de Agricultura, Carlos Escribano, anunció ayer que en los próximos días se conocerá el origen del foco de peste porcina clásica detectado en una granja de Soses (Lérida), una vez practicados todos los análisis seriológicos de la cabaña infectada.

Escribano se reunió en Madrid con el Comité de Seguimiento de Porcino, formado por las organizaciones agrarias y cooperativas y las asociaciones sectoriales, para analizar las medidas adoptadas en Catalunya y las repercusiones comerciales que conllevarán los cierres de fronteras decretados, hasta ahora, por Holanda y Japón.

La medida afecta a todos los productos de carne de cerdo, los órganos y sus productos elaborados, como el jamón y los embutidos. Fuentes de la Oficina Comercial de la embajada española indicaron que entablarán negociaciones con las autoridades japonesas y holandesas para tratar de evitar que productos curados como el jamón serrano, cuyo proceso de elaboración dura más de cuatrocientos días, estén incluidos en la prohibición.

El responsable de Agricultura informó también de que, al igual que en el caso de la fiebre aftosa, las autonomías están procediendo a localizar todas las partidas de porcino enviadas a su territorio desde Catalunya para inmovilizarlas y analizarlas.

Por su parte, el consejero de Agricultura de la Generalitat, Josep Grau, afirmó que en las próximas horas se empezarán a sacrificar 9.000 cerdos de la zona de protección en un plazo de tiempo que durará unos tres días.