Las ONG ya mostraron su preocupación por el cambio climático en la Cumbre de Bonn.

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EFE - MARRAQUECH La VII Conferencia sobre Cambio Climático, que comenzó el pasado 29 de octubre en Marraquech, tiene que superar las objeciones que plantea el llamado «grupo paraguas» para llegar a un acuerdo final. Este grupo, integrado entre otros por Japón, Rusia, Canadá y Australia, plantea una serie de condiciones para llegar a un compromiso, como que la aceptación del régimen de cumplimiento no sea un requisito para participar en los mecanismos de flexibilidad (compraventa de emisiones, mecanismos de desarrollo limpio y aplicación conjunta), ni que los inventarios sobre sumideros "captadores de CO2" sean requeridos para acceder a los mecanismos de flexibilidad. El «grupo paraguas» ha conseguido que se le permita el almacenamiento con un límite de 2'5 unidades de emisión para el periodo de 2008-2012, que es un tope muy superior a lo realizable.

La ratificación del Protocolo de Kioto por parte de países como Japón y Rusia es vital, después de que la Administración del presidente estadounidense, George W. Bush, anunciara a principios de año que no iba a ratificarlo. Para que Kioto entre en vigor es necesario que sea ratificado por el 55 por ciento de los países responsables del 55 por ciento de las emisiones de los gases contaminantes a la atmósfera, conforme al año base de 1990. Excluido EE UU, es necesaria la ratificación de Japón y Rusia para alcanzar ese 55 por ciento de reducción de CO2. La postura de la Unión Europea es conciliadora pero firme y no quiere que se reabran los acuerdos políticos que con tanto trabajo se alcanzaron en la Conferencia de Bonn, que consideran histórica.

Ahora, en Marraquech, los responsables de Medio Ambiente de más de 180 países deben culminar la tarea de traducir esos acuerdos a textos jurídicos que hagan posible la aplicación del Protocolo de Kioto. El borrador de la «declaración, decisión o mensaje», que Marraquech mandará a Johannesburgo, sede en septiembre de 2002 de la próxima Cumbre de la Tierra, conocida como «Río + 10», carece de recomendaciones concretas. Por su parte, el G7 más China "el grupo de los países en desarrollo además del gigante asiático" expresó la necesidad de que se apruebe un régimen de cumplimientos vinculantes y no discriminatorios de los compromisos. Los responsables medioambientales africanos han expuesto en sus intervenciones la necesidad prioritaria de erradicar la pobreza de sus poblaciones para lograr un desarrollo sostenido.