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El ministro de Interior, Mariano Rajoy, reconoció ayer en el Pleno del Senado que en el asunto de la inmigración «el Gobierno ha cometido muchas equivocaciones y, probablemente, las seguirá cometiendo en un futuro», pero subrayó que se trata de un tema que «no es fácil de abordar».

Rajoy respondía así a una pregunta del senador socialista Juan Barranco sobe la posición del Gobierno respecto al traslado a Madrid de doscientos inmigrantes subsaharianos con billetes de avión pagados por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

El titular de Interior dijo estar satisfecho con las disculpas ofrecidas por el alcalde de Las Palmas, José Manuel Soria, del Partido Popular, que además asumió su responsabilidad en dicho traslado. Rajoy aseguró que la inmigración es el fenómeno más importante «al que nos enfrentamos» no sólo España sino todos los países pertenecientes a la Unión Europea y también Estados Unidos, y se mostró convencido de que «va a producir un cambio muy importante en la faz de los países de nuestro entorno».

Explicó que el Gobierno ha fijado una política, «en la que hay una gran coincidencia con mucha gente», que se basa en los principios de que España puede ser un país de acogida, la inmigración debe hacerse por la vía de la legalidad, hay que hacer un esfuerzo de integración social y hay que luchar contra la inmigración ilegal, expulsando en primer lugar a las personas que cometen actividades delictivas.