El portavoz del PP en materia de Sanidad del Congreso, Mario Mingo,
se declaró ayer partidario de regular «en un futuro muy próximo» la
clonación de embriones con fines terapéuticos. También la ministra
de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, manifestó, que «hay que
continuar, como siempre, investigando para aprovechar al máximo las
técnicas y los conocimiento que permitan minimizar, atacar o
solucionar enfermedades que hoy están muy presentes en el conjunto
de la población».
La ministra recordó en este sentido que España suscribió en su
día el denominado Acuerdo de Oviedo contra la clonación humana, que
incluso «ha sido revisado desde el punto de vista del marco de la
Comisión Europea, por lo que la posición es muy clara en este
asunto». PSOE e IU denunciaron el vacío legal que hay en España
sobre ese particular y pidieron su regulación. Los socialistas
pidieron ayer en el Congreso la apertura de un debate social sobre
el tema.
En medio del debate que ha suscitado la clonación de un embrión
humano por parte de la empresa norteamericana Advanced Cell
Technology llama la atención la actitud del PP, que a pesar de
haber rechazado en el Congreso propuestas socialistas para
investigar con los embriones sobrantes de las fertilizaciones in
vitro, ahora se muestran partidarios de una regulación que
favorezca la clonación con fines terapéuticos. Precisamente ayer el
el PSOE pidió en el Congreso que el Gobierno plantee «un debate
serio que permita regular las investigaciones y facilitar a los
ciudadanos que se beneficien de sus avances y evitar las tropelías
que se puedan realizar en el nombre de la ciencia».
IU también criticó la actitud del PP al que acusó de, junto a la
Iglesia, frenar la investigación científica en este campo. El
coordinador general de esta formación, Gaspar Llamazares, cree que
el rechazo hacia este avance demuestra «una actitud hipócrita». No
obstante, apuntó al peligro que supone que esta investigación
responda a intereses públicos o quede en manos privadas y se guíe
por intereses económicos. Una de las facciones más rotundas de la
corriente crítica es la Iglesia, que ayer insistió en su rechazo a
la utilización de embriones con estos fines. El secretario general
de la Conferencia Episcopal Española, José Sánchez, explicó que la
Iglesia entiende que la clonación aunque sea con fines terapéuticos
utiliza una vida humana completa para un fin, algo reprobable desde
la moral católica y humana. «No vale eso de que unos tengan que
morir para que otros vivan», afirmó.
La Comisión Europea confirmó ayer que no financiará la
investigación sobre clonación humana con fines de reproducción, por
razones éticas, ni cualquier actividad que sirva para crear
embriones humanos para la investigación.El comisario europeo de
Investigación, Philippe Busquin, dejó claro la posición del
Ejecutivo de Bruselas sobre este tipo de investigación. La Casa
Blanca pidió al Congreso que prohíba la clonación humana, incluso
la terapéutica, porque, según afirmó el presidente George Bush, «no
se debe crear vida para luego destruirla». Bush calificó como
«moralmente equivocado» el experimento realizado por una empresa de
Massachusetts. El Vaticano condenó ayer en un comunicado oficial
con firmeza el «dramático y grave» experimento de la primera
clonación humana anunciado anteayer. «He aquí el replanteamiento de
la cuestión bioética sobre lo que se considera el comienzo de una
vida humana. Más allá del acontecimiento científico, es necesario
tener en cuenta que nos encontramos ante embriones humanos y no
células», añade.
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