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EFE. Londres. La policía británica estudia un plan para suministrar heroína a los drogadictos en sus comisarías y acabar así con el tráfico ilegal de drogas y el crimen organizado, confirmó ayer la Asociación de Jefes de Policía (ACPO, en sus siglas inglesas).

El presidente de la ACPO, David Phillips, es el impulsor de una iniciativa que pretende anunciar el próximo mes y que representaría un cambio radical en la política antidrogas del Reino Unido. «Nuestro sistema ha fracasado. Tenemos un mercado de drogas fuera de control y ha llegado la hora adoptar un nuevo enfoque», explicó Phillips.

Según el proyecto, médicos prescribirían heroína a los drogadictos en un intento de eliminar el narcotráfico y atajar los delitos cometidos por los propios heroinómanos, que cuestan a la policía unos 1.400 millones de dólares. «No se trata de legalizar la heroína, sino de la posibilidad de suministrar heroína controlada y regulada en las comisarías de policía», señaló un portavoz de la ACPO, quien precisó que el plan es «sólo una idea».

Actualmente, los doctores del Reino Unido no pueden recetar heroína a los toxicómanos que deseen rehabilitarse sin un permiso especial del Ministerio del Interior, pero sí pueden utilizar la metadona en los tratamientos contra la drogodependencia.