Antonia Aránega, del PSOE, durante el pleno celebrado ayer en el Senado.

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Tras el rechazo de las propuestas de veto, el pleno de la Cámara Alta comenzará hoy a debatir las más de quinientas enmiendas parciales que los grupos mantienen «vivas», y el Senado dará así luz verde al texto para su aprobación definitiva en el Pleno del Congreso de la próxima semana. Antes del inicio del pleno, todos los grupos de la oposición (PSOE, Entesa Catalana de Progrés, PNV, BNG, IU y EA) presentaron un comunicado conjunto en el que denuncian «el abuso ejercido por la mayoría absoluta del PP» durante el trámite parlamentario de la ley.

Durante la defensa de sus propuestas veto, los portavoces de la oposición coincidieron al criticar la falta de diálogo que a su juicio ha existido, al considerar que la LOU denota «desconfianza» hacia las universidades, que vulnera las competencias autonómicas y limita la autonomía universitaria. La ministra de Educación, Pilar del Castillo, quien defendió el proyecto de ley, defendió el diálogo que ha existido en torno al texto, y se refirió a las muchas modificaciones que se han ido incorporando en los sucesivos trámites como una «enorme prueba de flexibilidad». La intervención inicial de la ministra fue constantemente interrumpida por los grupos de la oposición y finalizó con un prolongado aplauso desde las filas del PP y gritos de «dimisión» desde los bancos de la oposición.

El portavoz socialista de Educación, Manuel Fernández Zanca, criticó la «descarga de descalificaciones» contra rectores, profesores, estudiantes y partidos que se han opuesto al proyecto, y lamentó que el Gobierno haya desaprovechado la unanimidad que existía sobre la necesidad de reformar la ley de reforma universitaria de 1983. De otra parte, los rectores no quieren que se relacione la convocatoria del triple de plazas docentes que un año normal con su oposición a la LOU. La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), explicaron ayer que lo que se ha producido es una acumulación de concursos al juntado las plazas previstas para el año pasado, para éste y para 2002, ya que prevén que el año que viene no podrán crearse plazas y habrá que esperar a que se diseñe el plan de la LOU. En conclusión, la avalancha de convocatorias es la única vía para cumplir el Plan de Promoción y Estabilidad del Profesorado diseñado por Mariano Rajoy en 1999.

Para la CRUE, esperar a la LOU sería «romper» el Plan de Estabilidad del Profesorado, que presentó Rajoy. De la Plaza subrayó además, que no hay que relacionar la convocatoria de entre 8.000 y 10.000 plazas docentes con su oposición al plan de reforma del Gobierno. Educación insistió por su parte en que la convocatoria «injustificada y masiva» de plazas de profesorado antes de la aprobación de la ley «no responde en absoluto al Plan de Promoción y Estabilidad», como pretenden «algunos rectores». El Ministerio afirmó que, mientras en octubre se convocaron 236 plazas, y en noviembre, «coincidiendo con el trámite parlamentario de la ley», el número de plazas convocadas ascendió a 2.706, en los primeros trece días de diciembre, «con la ley en el Senado, se han convocado 3.009».