Las manifestaciones en contra de la eutanasia celebradas en Holanda no han logrado finalmente su ilegalización.

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EFE - AMSTERDAM Holanda se convirtió ayer en el primer país del mundo que reconoce la eutanasia como un acto legal, tras entrar en vigor la ley aprobada en abril de 2001. El cambio más importante que introduce la ley en Holanda, donde ya se permitía la eutanasia en la práctica, consiste en la aplicación de un mejor control de los casos por una comisión que juzgará si el médico la practicó legalmente. La entrada en vigor de la ley que regula la eutanasia se produce tras ser publicada ésta el pasado 26 de marzo en el boletín oficial del Estado. La ley se desarrolla bajo el título de «prueba de petición de terminación de la vida y ayuda al suicidio» y en ella se indica que, en el futuro, no se podrá perseguir en los tribunales a los médicos que practiquen la eutanasia.

En concreto, determina que los médicos pueden acceder a una solicitud para terminar con la vida de un paciente que sufra de manera insoportable o sin perspectiva de vivir, siempre y cuando el enfermo lo pida de manera voluntaria y deliberada y que el facultativo actúe según reglas muy estrictas. Las personas que no padezcan una enfermedad grave y que no deseen seguir viviendo no podrán acogerse a esta ley, de forma que la eutanasia sin control seguirá estando penalizada con una condena máxima de doce años de cárcel para los que cometan este delito.

El médico estará obligado a comunicar una eutanasia practicada por él a una comisión que controlará todos los casos que se produzcan y que sólo podrá recurrir al Ministerio Fiscal en caso de duda. Las dos condiciones que tienen que cumplir los médicos para obrar dentro de la legalidad son actuar según las normas y comunicar cada caso a un responsable municipal de los servicios de autopsia. Todas las demás formas de poner fin a la vida de un ser humano, aunque lo solicite éste, seguirán siendo punibles. La ley no significa, por lo tanto, una legalización en general de la eutanasia y la ayuda al suicidio de las personas.

A los menores de edad también se les incluye en el texto y se afirma que los jóvenes de 16 y 17 años podrán decidir independientemente, aunque se tendrá en cuenta la opinión de los padres, mientras que los que tengan entre 12 y 16 años necesitarán la aprobación de sus progenitores o tutores. Las últimas encuestas publicadas en Holanda resaltan el amplio apoyo de la población hacia esta práctica, y resaltan en concreto que un 85 por ciento de los ciudadanos holandeses están a favor de la legalización de la eutanasia en caso de que no haya esperanza de sobrevivir y de sufrimientos insoportables.