Foto de la reunión de Juan Pablo II con los cardenales estadounidenses.

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Los sacerdotes que cometan abusos sexuales serán expulsados de la Iglesia católica, pero obtendrán el perdón quienes en el pasado lo hayan hecho en una ocasión, según un documento que será discutido por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.

El Comité sobre Abuso Sexual de la Conferencia de Obispos Católicos de EE UU presentó el borrador de resolución que llevará al pleno de la conferencia, que se reunirá la próxima semana en Dallas a la sombra de decenas de escándalos por las infracciones de los sacerdotes.

El Comité, formado por ocho obispos, propuso que no haya tolerancia alguna para las infracciones de los sacerdotes en el futuro, y que «un solo caso de abuso de un menor conduzca a un trámite de laicización (terminación del estado sacerdotal)». Con ello, se ha buscado aparentemente un compromiso entre quienes pedían un cierto nivel de flexibilidad o perdón hacia los sacerdotes acusados y quienes demandan una política de «tolerancia cero».

Quizá uno de los aspectos más drásticos de la propuesta es el establecimiento de juntas diocesanas «formadas en su mayoría por laicos que no sean empleados de la diócesis». «Estas juntas evaluarán las acusaciones, revisarán regularmente las reglas y procedimientos diocesanos para el manejo del abuso sexual de menores, y asesorará al obispo sobre la aptitud del infractor para el ministerio sacerdotal», agrega.

Cuando la investigación de una queja contra un clérigo así lo indique, «las autoridades diocesanas relevarán al ofensor rápidamente de sus deberes pastorales», propone.