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EFE-LONDRES/PARÍS Decenas de personas, en especial turistas, se acercaron ayer a la Llama de la Libertad de París, situada encima del puente del Alma, donde hace cinco años murió la princesa Diana de Gales en un accidente de tráfico. Esa estatua ha sido convertida por los turistas y nostálgicos en un memorial a la princesa, hasta el punto de que muchos de ellos creen que la réplica existente de la mano de la Estatua de la Libertad de Nueva York fue instalada allí en recuerdo de Diana. Los admiradores de la princesa, muerta a los 36 años, depositaron algunos ramos de flores y fotos de la fallecida.

Asimismo, admiradores de Diana se reunieron el viernes ante la puerta de Kensington Palace, el antiguo domicilio de la princesa, donde algunos de ellos pasaron la noche en vela al cumplirse este sábado cinco años de su muerte, aniversario en el que la madre de Lady Di criticó a antiguos amigos y compañeros que «traicionaron» la confianza de su hija vendiendo historias sobre su vida privada.

Frances Shand Kydd también se lamentó de lo que calificó como la comercialización de la muerte de Diana, en un accidente de tráfico, y llamó al país entero a mostrar más sensibilidad con los sentimientos de los hijos de la princesa, William y Harry, y con los de otros miembros de la familia. «Estoy ciertamente molesta de que desde su muerte tanta gente en la que ella confiaba, sólo por dinero se haya soltado de la lengua», dijo en una entrevista de televisión, concedida en su casa en Escocia. «Creo que la confianza debe ser de por vida, incluso cuando uno se ha ido a la tumba, eso no hace que te tengas que desentender de la confianza que te han ofrecido», añadió. La madre de Diana no mencionó ningún nombre en concreto.