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Los directores de Salud Pública de las Comunidades Autónomas dieron ayer el visto bueno al Plan Nacional para la Prevención y el Control del Tabaquismo, que prevé establecer por ley el derecho de los trabajadores a no respirar aire con humo. Según explicó tras la reunión de la comisión de Salud Pública el director general de este área en el Ministerio de Sanidad, José María Martín Moreno, el objetivo es que los trabajadores que no quieran ser fumadores pasivos «tengan ese derecho claramente recogido», aunque las empresas podrán regular espacios específicos para que los adictos al tabaco también puedan ejercer su derecho a fumar.

Para ello, apuntó, se reformará el real decreto de 1988 que regula las limitaciones sobre la venta y el uso del tabaco para convertir a las empresas en espacios sin humo. Esta medida concreta la propuesta recogida en el borrador del Plan, que sólo establecía proponer a las asociaciones empresariales que consideraran la provisión de espacios sin humo para trabajadores y clientes como criterio de calidad en las empresas y fijaba como objetivo promover la participación de los sindicatos en las políticas de espacios laborales sin humo.

El Plan Nacional para la Prevención y el Control del Tabaquismo será elevado ahora al pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para su aprobación y después se materializará en las reformas normativas necesarias, aunque Martín Moreno no estableció plazos.