Alberto Fernández Díaz considera injustificada la ayuda.

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El presidente del PPC, Alberto Fernández Díaz, ha calificado de «chocantes» las subvenciones otorgadas por el Ministerio de Educación y Cultura a la Fundación Francisco Franco, unas ayudas que el líder de los populares catalanes ha tachado de «injustificadas». Fernández Díaz ha expresado su sorpresa por los 41.000 euros de subvención que el Ministerio de Educación y Cultura concedió a la Fundación Francisco Franco, que se convirtió en una de las entidades sin ánimo de lucro que más ayudas ministeriales recibió para desarrollar sus proyectos archivísticos.

En concreto, en el Boletín Oficial del Estado publicado el pasado 21 de agosto, se informa de que Cultura entregará 18.000 euros a la entidad que defiende la memoria de Francisco Franco para informatizar su fondo de archivo y para hacer una copia de seguridad, más otros 23.000 euros para contratar personal que se encargue de estas tareas. Según proclama en su página de Internet, pretende «difundir el conocimiento de Francisco Franco en sus dimensiones humana, política y militar».

La secretaria de Educación y Cultura del PSOE, Carmé Chacón, calificó hoy de «moral y democráticamente rechazable» la concesión por parte del Gobierno de una subvención de 41.000 euros a la Fundación Nacional Francisco Franco, cuyo fin y objetivo, dijo, es «el enaltecimiento y la loa del dictador». «Lo último que esperábamos del señor Aznar y de la señora Del Castillo era subvencionar el enaltecimiento de la dictadura», dijo Chacón, quien subrayó además que se está dando dinero público para unos archivos a los que no pueden acceder todos los españoles sino sólo quienes hayan pasado por «el filtro ideológico y sectario de esta fundación».

ERC también criticó al Gobierno por el hecho de haber concedido subvenciones a una fundación que para los republicanos «hace apología de regímenes totalitarios y fascistas, como el régimen de terror franquista». El diputado de ERC en el Congreso, Joan Puigcercós, se ha mostrado sorprendido por el hecho de que «en un Estado democrático sea una asociación que hace apología de regímenes totalitarios y fascistas la que más dinero se lleva, con diferencia, para proyectos archivísticos».