El equipo uruguayo, momentos antes de iniciar el encuentro aplazado hace 30 años.

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REUTERS-SANTIAGO DE CHILE Justo 30 años después de sufrir un accidente aéreo en la cima de la cordillera de los Andes que los obligó a comer carne humana, los supervivientes de un equipo de rugby uruguayo disputaron el sábado el partido que la tragedia les negó aquella vez.

Un encuentro lleno de recuerdos y nostalgia vivieron el equipo uruguayo Old Christians y los locales Old Boys, escuadras que debieron medirse hace tres décadas y que el destino se encargó de aplazar. La historia del grupo de 16 jóvenes que conservó la vida tras permanecer 72 días en las montañas del sur de Chile asombró al mundo al conocerse los detalles de los momentos que atravesaron en medio de la nada y con temperaturas bajo cero.

Los jugadores uruguayos debieron alimentarse con la carne de sus compañeros muertos para poder superar la tragedia, un hecho que inspiró no sólo el libro «¡Viven!», del británico Piers Paul Reed, sino que además Frank Marshall llevó al cine.