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EFE-CIUDAD DEL VATICANO
Arrastrado por los escándalos de pederastia en los que se han visto implicados curas de su diócesis, el cardenal de Boston (EEUU), Bernard Law, se vio obligado ayer a presentar su dimisión al Papa, que fue aceptada. Law, de 71 años, estaba considerado como uno de los cardenales con «más futuro» de Estados Unidos y en algunos medios se le consideraba un «papable», es decir que podía ser elegido Papa en un futuro cónclave.

Los escándalos le han puesto en la picota y han apagado la buena estrella de su carrera eclesiástica. Al purpurado se le acusa de que durante décadas no tomó medidas contra los sacerdotes que habían sido denunciados reiteradamente por abusos sexuales y que se limitó a trasladarlos de parroquia. En las últimas semanas arreciaron las críticas contra él y una agrupación de 25.000 católicos de Boston exigió su dimisión y el nombramiento de otro arzobispo para esa archidiócesis que cuenta con casi tres millones de fieles.

El pasado día 9, Law llegó a Roma para informar al Vaticano de la situación de su diócesis, al borde de la bancarrota debido a las grandes cantidades de dinero que piden en compensación las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes de la diócesis. La misma archidiócesis de Boston lo anunció recientemente. Y es que las denuncias presentadas son ya casi 450 y se asegura que las indemnizaciones alcanzan los cien millones de dólares.

Su estancia desató todo tipo de especulaciones y desde entonces, visto como arreciaban las críticas contra él, no se descartaba que presentara la renuncia al Pontífice, lo que ayer se produjo. «El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis de Boston, presentada por el cardenal Bernard Francis Law, en conformidad con el artículo 401/2 del Código de Derecho Canónico», informó el Vaticano.