Los vecinos de Aranda de Duero (Burgos) se repartieron este año 110
millones de euros del segundo premio de la Lotería de Navidad, el
19.576, aunque la localidad llevó también la suerte en forma de 60
millones al pequeño pueblo burgalés de San Juan del Monte y a los
municipios segovianos de Ayllón y Cerezo de Arriba.
Los cuatro quintos premios -48.000 euros por serie- fueron para los
números 56.972, 43.918, 52.192 y 00.457. El número 56.972 se vendió
íntegramente en Irún (Guipúzcoa); el 43.918 en Madrid; el 52.192 en
Celanova (Orense); y el 457 en Fuenlabrada (Madrid), Madrid, Guetxo
(Vizcaya), Barcelona, Granollers (Barcelona), Chipiona (Cádiz) y
Talayuela (Cáceres).
En conjunto la administración número 2 de Aranda repartió casi
170 millones de euros del segundo premio, 177 de las 180 series,
mientras que las tres restantes fueron a parar a Valencia, Madrid y
Bilbao. Según explicó la lotera, Mayte Serrano, en Aranda de Duero
la mayor parte del número se vendió en ventanilla y en dos
establecimientos de la localidad, la cafetería «Iris» y el bar
«Desigual», donde se congregaron numerosos agraciados y curiosos
tras conocer la lluvia de millones.
Otros 14 millones de euros viajaron hasta San Juan del Monte, un
pueblo de menos de 200 habitantes con un único comercio de
alimentación, «Gallo», que repartió papeletas de cinco euros entre
los vecinos y otras personas relacionadas con la localidad que
viven en Bilbao, Madrid o Burgos.
En el pueblo segoviano de Cerezo de Arriba, con 208 habitantes,
los 28,8 millones del segundo premio traído desde Aranda los
repartió el bar «La Plaza», cuyo responsable, Fernando Pérez, fue
agraciado con casi 200.000 euros de dos décimos que llevaba.
Mientras corría el cava por el bar, Fernando explicó que el
número, vendido en décimos enteros, lo ha repartido entre muchos
habitantes del municipio y de otros pueblos de la comarca, en la
zona nordeste de Segovia, la más deprimida económicamente de esta
provincia, junto a la Nacional I. En Ayllón, con 1.199 habitantes,
otro bar, el «Avenida», llevó 17,28 millones del segundo y en el
local se bebían cava y copas mientras su responsable, Fortunato
Sanz, explicaba a los medios que vendió la mitad en participaciones
y la mitad en décimos, por lo que «está muy repartido», lo que
justificaba la alegría que se veía en esta villa medieval.
Los dos cuartos premios (200.000 euros al billete), fueron para
los números 48.105, vendido en Madrid y Zaragoza, y el 91, el
último y más bajo de los grandes premios, que se vendió en Murcia,
Játiva (Valencia), Baracaldo (Vizcaya), Ondara (Alicante), Málaga,
Huercal Overa (Almería), Marbella (Málaga), Avila, Pontevedra, La
Coruña, Albolote (Granada), Granada, Madrid y, de nuevo, Calahorra.
La administración 318 de Vallecas, en Madrid, vendió 100 series del
48.105, 20 millones de euros, y la 49 de Zaragoza, 80 series, con
lo que repartió 16 millones de euros.
Otro club de fútbol, el Real Unión de Irún, vendió buena parte
del 56.972; Celanova llevó parte de los 8,6 millones de euros del
52.192 a Nueva York gracias a una peña; 3.000 trabajadores de la
zona de Cuzco, en Madrid, se hicieron con el 43.918; y el 00.457
dio la suerte a sitios como el «Hipercor» de Barcelona y el centro
comercial «Loranca» de Madrid.
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