Rael, líder de los raelianos, junto a una de las dirigentes de la secta en Corea del Sur.

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Eva, la supuesta clon nacida la semana pasada, viajó ayer a EEUU, donde se la examinará para determinar su «autenticidad», anunció Brigitte Boisselier, directora de Clonaid, firma que se atribuye el éxito del polémico alumbramiento. Boisselier, quien también es obispo de los raelianos, dijo que la niña partió hacia Estados Unidos «desde un sitio no revelado».

Los análisis médicos deberán comprobar que el ácido desoxirribonucleico (ADN) de la niña es una réplica exacta del de su madre -de quien se tomó un núcleo celular y se insertó en un óvulo-, lo cual demostraría que se trata del primer clon humano. La directora de Clonaid había indicado antes que la madre de la niña es estadounidense, pero no dio otros detalles.

La portavoz de Clonaid, Nadine Gary, tampoco dijo de qué parte de EEUU es la madre, dónde nació la niña ni a qué ciudad se esperaba que llegaran. El pasado viernes, Clonaid anunció el nacimiento mediante cesárea de Eva, que pesó 3'15 kilos y, según la empresa, fue «producida» por clonación, lo cual han puesto en duda numerosos especialistas en el tema.

Por su parte, el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, condenó «categóricamente» toda investigación o intento de clonación humana reproductiva, y abogó por la urgente prohibición universal de estas prácticas «criminales». «Se confirme o no», el reciente anuncio de la empresa Clonaid «nos recuerda la urgencia de hacer todo lo posible, a nivel nacional e internacional, para prohibir experimentos no sólo arriesgados en el plano científico sino también inaceptables en el plano ético porque atentan de forma intolerable contra la dignidad humana», afirmó Matsuura.