El Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de
Salud, SNS, que se reune hoy presidido por la ministra de Sanidad y
Consumo, Ana Pastor, tiene previsto aprobar el Plan Nacional de
Prevención y Control del Tabaquismo 2003-2007, que fija entre
otros, los 18 años como edad mínima para poder comprar tabaco.
En la reunión también se presentará a las Comunidades Autónomas
el proyecto de Real Decreto por el que se establecen medidas para
el tratamiento homogéneo de la información sobre listas de
espera.
El citado plan para el control del tabaquismo prevé, a su vez,
medidas fiscales para aumentar el precio del tabaco, que quedaría
excluido del cómputo del IPC, así como la venta de cigarrillos
sueltos.
Según las previsiones del ministerio de Sanidad se espera que
para el año 2005 más de la mitad de las empresas en España
garanticen a los fumadores pasivos su derecho a trabajar en un
lugar libre de humos.
El texto, que también ve necesario establecer los requisitos
mínimos de los espacios habilitados para los fumadores, incluye
fijar un sistema claro de infracciones y sanciones.
A su vez, potenciará que todos los actos en lugares cerrados
promovidos o subvencionados por la administración pública sean
declarados sin humo.
La protección de la salud de la población y evitar el tabaquismo
pasivo, es otro de los aspectos destacados del Plan, para lo que se
informará a la población de su derecho a respirar aire no
contaminado por el humo del tabaco.
El humo ambiental del tabaco se incluirá en el listado de
sustancias nocivas ambientales y se promoverá una norma comunitaria
para clasificar ese humo como «agente cancerígeno del lugar de
trabajo», a través de la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el
Trabajo.
El Plan prevé también el desarrollo de una normativa para
regular la publicidad y el patrocinio del tabaco y facilitar a los
fumadores el abandono de la adicción con los recursos necesarios
para poner a su alcance los programas de deshabituación
tabáquica.
El documento también incluye «controlar el buen uso» de las
máquinas expendedoras.
En este sentido, el director general de Salud Pública en el
ministerio de Sanidad, José María Martín Moreno, ya anunció que no
se trata de que las mismas desaparezcan «de la noche a la mañana» y
destacaba que existe ya la tecnología necesaria para que la propia
máquina pueda comprobar que la persona que adquiere la cajetilla
sea, en realidad, mayor de edad.
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