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-Alteza, su actividad y su trabajo se ha ido consolidando a lo largo de los años. ¿Cómo es actualmente su trabajo como Heredero de la Corona?
-Cuando finalicé mi formación, en 1995, nos planteábamos qué modelo de trabajo podíamos poner en marcha; uno que estuviera más concentrado en alguna fundación o institución concreta, o un modelo que se implicara plenamente en el funcionamiento del Estado. Optamos por el segundo, que yo resumiría en ser una pieza más de la Corona a través de sus numerosas actividades y de su presencia en todos los sectores de España y de su acción exterior. Mi trabajo, por lo tanto, es muy atractivo por su variedad.

-En síntesis creo que no debe desviarse de lo que ha sido hasta ahora. La Corona es un activo para España. Un activo importante para la estabilidad del país, para su convivencia. El camino seguido por el Rey a lo largo de estos años, junto a la Reina, constituye un modelo del que no hay que desviarse, aunque siempre desde la lógica adaptación derivada del avance de los tiempos.

-¿Cómo percibe la España del siglo XXI, de la que ha de ser Rey?
-Los españoles hemos recuperado en estos veinticinco o treinta años una confianza en nosotros mismos que no teníamos. Hemos perdido complejos, tenemos una cualidad que es capacidad de superación e ilusión en el futuro. Creo que la sociedad del siglo XXI en España necesariamente será una sociedad abierta, dialogante, solidaria. Es verdad que queda mucho por hacer, pero lo importante es eso: que el fundamento es bueno.

-Ha visitado oficialmente países de los cinco Continentes, ¿Cuál es su balance?
-Muy satisfactorio. Es una parte importante de mi actividad. Creo que es un activo promocionar la imagen de España en todos sus aspectos, en su faceta cultural, en su proyección económica, en sus relaciones políticas.

-En ese mismo contexto, habrá podido percibir cómo es valorada España en el extranjero.
-Siempre ha sido muy buena. En cuanto se viaja al exterior, se obtiene una mayor perspectiva y se comprueba que la percepción que existe de nuestra imagen es mejor de lo que pensamos. Es importante saber a qué se debe esta buena imagen. No sólo se trata del éxito de la Transición o de un indudable progreso económico y social. Se nos percibe como un país que sabe estar en su sitio, que cumple con sus compromisos.

-¿Cuál cree que ha de ser la orientación de la Corona en la España del futuro?