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J. M. R.
El conseller balear d'Agricultura, Mateu Morro, calificó ayer de «plaga» la presencia de procesionaria (Thaumetopea pityocampa) detectada durante los dos últimos años tanto en los bosques pitiusos como en los de Mallorca. Morro realizó esa afirmación en el Parlament en respuesta a una pregunta del diputado popular Gaspar Oliver i Mut, quien consideró la situación como alarmante: «Nunca se había visto una plaga tan grande como la que padecemos y con unas consecuencias tan graves para la masa forestal y para los ciudadanos», dijo. Morro confirmó la gravedad de la situación «en el conjunto de las islas», lo cual contradice la tesis de la Conselleria balear de Medi Ambient de que la presencia del insecto al menos está «controlada» en las Pitiüses.

El titular d'Agricultura anunció la puesta en marcha de un plan de actuación conjunto precisamente con la Conselleria que dirige la verde Margalida Rosselló, que pasará por «un tratamiento terrestre urgente para combatir la procesionaria en los lugares más afectados», así como en una campaña de información y sensibilización y en la creación de puntos de información. Avanzado el año, Morro prometió una fumigación intensiva. Según datos aportados por Medi Ambient, en el primer mes de enero se retiraron 109 bolsones de orugas de procesionaria, todos ellos de la zona de Cala Mestella (Santa Eulària), la más castigada de la isla y donde se centra ahora la batalla contra el insecto.