Un matrimonio apareció ayer por la mañana muerto en su cama, en
su domicilio de una aldea de Brión, cerca de Santiago, sin que en
principio se apreciasen signos de violencia, informaron fuentes de
la investigación, que apuntaron la posibilidad de una intoxicación
por monóxido de carbono. De hecho, en la casa se encontraba un
generador de gasolina.
El suceso se conoció sobre las 12'00 horas, cuando una vecina de
los fallecidos, Àngeles Señorís, decidió avisar a la familia y a la
Guardia Civil, ya que no notó movimiento en el domicilio desde
hacía dos días, en el lugar de Curuxido, parroquia de Bastavales, y
el coche de la pareja se encontraba aparcado frente a la puerta de
la casa.
La mujer relató que decidió avisar a la madre de la mujer
fallecida, con la que viven los cuatro hijos del matrimonio. Uno de
ellos, de unos 17 años, llamó a la puerta pero no obtuvo respuesta
por lo que entró por una ventana y se encontró a sus padres muertos
en la cama.
Al lugar se desplazaron agentes de la Guardia Civil, así como el
juez de guardia y el médico forense, que ordenaron el traslado de
los cuerpos de Cándido Riveiro Mallo, de 38 años, y Herminia
Carballeira Barros, de 41, al tanatorio de Bertamiráns, para que se
les practique la autopsia.
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