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La Asociación de Propietarios y Vecinos de sa Penya se opone al proyecto de apertura de pasajes para conectar transversalmente ocho calles del barrio, tal y como establece el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri), y que el Consorcio Patrimonio de la Humanidad quiere ejecutar cuanto antes.

La asociación considera que esta actuación no es «prioritaria» y que el coste que supondrían tanto las expropiaciones como la construcción de los túneles se podría invertir en otros proyectos como el de sa Pedrera, la plaza de es Sitis, el empedrado de las calles, la mejora de la iluminación pública o bien la instalación de pequeños contenedores de basura integrados en la zona.

Algunos de las obras presentadas por los vecinos como alternativa ya fueron aprobadas hace varios años, como el caso de la plaza de sa Pedrera y es Sitis, aunque a día de hoy aún siguen en el aire. «Creemos que estas actuaciones no sólo mejorarían el barrio sino que servirían también para animar a los propietarios a rehabilitar sus viviendas», dice la asociación en una carta remitida al gerente del Consorcio Patrimonio de la Humanidad, Emilio Pérez Echagüe.

El Consorcio proyecta tirar abajo paredes para conectar ocho calles del barrio. Por un lado, está previsto el derrumbe de dos casas para conectar la calle Vista Alegre con el carrer Alt y la travesía de Santa Lucía con la subida de sa Pedrera; y, por otro, la demolición de la planta baja de dos inmuebles de tres alturas para crear un pasadizo interior que una la calle del Retiro con el carrer Fosc y la plaza Drassaneta con el callejón del Gallo.

Los propietarios y vecinos del barrio indican en su escrito que este proyecto «cambiaría la morfología urbana del conjunto, cuyas dimensiones no justifican la apertura de las repetidas conexiones». Recuerdan, además, que muchos callejones tradicionales han tenido que ser tapiados «por las razones que todos conocemos».

Por otro lado, la asociación remitió ayer mismo otro escrito a la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, y a la consellera insular de Cultura, Fanny Tur, solicitando que el barrio se declare Bien de Interés Cultural (BIC) «con el fin de preservar su arquitectura». En este sentido, los propietarios y vecinos recuerdan al Consell Insular que el barrio de sa Penya fue «un barrio de pescadores y marineros» y que esta figura de protección debería servir para mantenerlo vivo.