Según las autoridades, 346 casos confirmados y 402 casos
sospechosos han sido registrados en Beijing hasta el 19 de abril,
mientras que las estadísticas oficiales señalaban hasta entonces 37
casos. El número de muertes en la capital pasa de cuatro -cifra que
no fue modificada en dos semanasa 18. El número total de casos
registrados de síndrome respiratorio agudo severo en China se
elevaba, el pasado 18 de abril, a 1.807, frente a los 1.530 en un
anterior balance, indicó Gao.
El nuevo balance de víctimas, que señala que 79 personas han
muerto a causa de la epidemia en el país, y 18 de ellas en la
ciudad de Beijing, fue anunciado ayer en rueda de prensa por uno de
los viceministros de Sanidad, Gao Qiang, quien admitió que las
autoridades chinas habían tergiversado las cifras.
«Después de la aparición del síndrome respiratorio agudo severo
(SRAS), el Ministerio de Sanidad no estableció a tiempo un sistema
unificado para reunir, compilar y registrar los datos sobre la
epidemia», confesó el viceministro, quien precisó que las cifras en
la capital, que «no significan una progresión dramática en sólo
unos días», fueron obtenidas después de exámenes más rigurosos en
los hospitales.
Poco después de esta confesión, las autoridaes chinas anunciaron
la destitución del ministro de Sanidad, Zhang Wenkang, y del
alcalde de Beijing, Meng Xuenong. Al dimitir de sus funciones en el
seno del Partido Comunista, también abandonarán por consiguiente
sus puestos, tal y como lo estipula la ley en China.
El nuevo balance, que sigue siendo poco elevado a escala
nacional, teniendo en cuenta los datos sobre la situación en la
capital, parece haber sido exigido por las más altas instancias del
Estado y del Partido Comunista, después de los intentos del régimen
de minimizar la amplitud de la epidemia. La provincia de Guangdong
(sur) sigue siendo la más afectada con 1.304 casos. El Shanxi
(norte) cuenta con 108 casos, según el Gobierno.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó inmediatamente
su satisfacción por estas muestras de transparencia, pero subrayó
que es necesario que continúe el trabajo en las provincias, donde
la extensión de la epidemia se desconoce.
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