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EFE-KIEV

La administración de la planta nuclear de Chernóbil admitió ayer que es «real» el riesgo de hundimiento del techo del sarcófago que encierra el cuarto reactor de la central, pero descartó que se repita una catástrofe como la de abril de 1986. «La solidez de las estructuras del sarcófago efectivamente no se corresponde con las exigencias de seguridad y tienen un período de vida útil que no se puede determinar», se afirma en un comunicado de la administración de la planta, clausurada en diciembre de 2000.

La declaración de los responsables de la central se produjo apenas dos días después de que el jefe del Departamento de Chernóbil del ministerio de Energía Atómica de Ucrania, Alexéi Petrov, negase de manera categórica el posible hundimiento del techo del sarcófago. «La situación está absolutamente bajo control», dijo el pasado martes Petrov en un respuesta al ministro de Energía Atómica ruso, Alexandr Rumiántsev, quien el mismo día había advertido del «peligro real» de que se desmorone esa obra de ingeniería en cuyo interior aún hay entre 30 y 100 toneladas de combustible nuclear.

El sarcófago de Chernóbil, erigido con cerca de 10.000 toneladas de estructuras metálicas y más de 30.000 metros cúbicos de hormigón armado, permitió impedir la fuga de radiación desde el cuarto reactor de la planta, cuya explosión, el 26 de abril de 1986, provocó el mayor desastre nuclear civil de la Historia.