La portavoz de la Plataforma por la Convivencia, Carmen Duarte,
señaló ayer que el problema de la asociación de residentes
senegaleses es social: «Los senegaleses están sin trabajo y tienen
familias. La situación es desesperante. Ellos sólo piden un puesto
para vender o de trabajo».
Duarte diferenció entre «la venta ambulante ilegal que es la de
ir por las calles vendiendo fruta u otro tipo de mercancía, no la
de los mercadillos. La situación es que se han quedado sin puestos.
En San Antoni le piden sólo a ellos el carnet de maestros artesanos
, hay menos tolerancia con ellos».
Duarte recordó que algunos de estos senegaleses que están
atravesando dificultades económicas por la falta de trabajo
obtuvieron a principios de los 90 un permiso de trabajo del
Ministerio del Interior para ejercer la venta ambulante. Diez años
más tarde la situación ha cambiado.
Izquierda Unida se reunirá hoy con la asociación de residentes
senegaleses para abordar los problemas surgidos por la venta
ambulante. Hasta el momento, IU ha sido el único partido político
que ha accedido a mantener un encuentro con el colectivo de
inmigrantes aunque se ha pedido reuniones también con
representantes del Partido Popular y del Pacte. El obispo de la
Diócesis de Eivissa y Formentera, Agustín Cortés Soriano, celebró
una reunión con una representación de los senegaleses donde el
máximo representante de la Iglesia en las Pitiüses se comprometió a
mediar con los ayuntamientos por este asunto.
Las peticiones de la asociación de residentes senegaleses han
sido rechazadas por el colectivo empresarial, tanto la Pimeef como
la asociación de empresarios de comerciantes de Sant Antoni, y por
representantes municipales, como el concejal de Gobernación de Sant
Antoni, Juan Pantaleoni, que rechaza de manera rotunda la venta
ambulante.
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