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En medio de un gran secretismo, la diseñadora de moda Stella McCartney, hija del ex Beatle Paul McCartney, se casó ayer con el ex editor de la revista WallPaper Alasdhair Willis en la pequeña isla de Bute (Escocia). El enlace, del que la diseñadora no ha revelado ni la hora ni el lugar, ha causado una auténtica revolución en esta isla, habitualmente muy tranquila, debido a la llegada de un elenco de famosos que asistirá a la ceremonia.

Entre las estrellas que escucharán el «sí quiero» de los novios, ambos de 31 años, figuran la «Reina del pop» Madonna y su esposo, el director de cine Guy Ritchie; la modelo Kate Moss y la actriz Liv Tyler, que llegaron el viernes a Bute. También estuvieron presentes la cantante del grupo Pretenders, Chrissie Hynde, y el vocalista y líder de la banda Coldplay, Chris Martin.

Se trata de la segunda boda de un famoso en Escocia en los últimos años, después del enlace matrimonial de Madonna y Ritchie, para el que Stella McCartney diseñó el vestido de la novia. La boda podría haberse celebrado en el remoto paraje de Mull of Kintyrem, situado en una península cercana a Bute. Este lugar tiene un significado muy especial para Stella porque da título a una canción de su padre y, además, era uno de los lugares favoritos de su madre, Linda, fallecida en abril de 1998 a causa de un cáncer. El banquete se habría celebrado en Mount Stuart, la mansión victoriana que posee Johnny Dumfries, marqués de Bute.