Ahmed y Mohamed Ibrahim, en una imagen tomada antes de ser sometidos a la operación que les ha separado.

TW
0

EFE-DALLAS
El Centro Médico Infantil de Dallas confirmó la noticia en un comunicado, en el que precisó que la separación definitiva se produjo a las 15.17 GMT y que durante la cirugía los niños no sufrieron pérdidas de sangre importantes, ni problemas pulmonares o neurológicos.

La confirmación se produjo una hora después de que el doctor Jim Thomas, jefe de la unidad de cuidados intensivos del centro médico, manifestara públicamente que Ahmed y Mohamed estaban «a una distancia sorprendente de vivir vidas independientes».

Según el facultativo, «las cosas han marchado según los planes quirúrgicos. No ha habido sorpresas y no ha surgido ninguna de las complicaciones potenciales que habían previsto los cirujanos».

Thomas precisó que una vez que el proceso de separación de las cabezas concluyera, un equipo de cirujanos craneales y faciales tratará de recomponer los cráneos de los niños.

Para ello se utiliza piel de sus propias cabezas, que se expandió con unos dispositivo que se les injertaron cinco meses antes de la operación, y con piel de sus piernas, en las que se empleó el mismo procedimiento para conseguir tejido compatible.

Esta fase de la operación se prolongará al menos seis horas, dijo Thomas, quien precisó que no será más que el inicio de un largo proceso de reconstrucción quirúrgica de las estructuras craneales. En la fase más complicada de la operación, que comenzó a primera hora del sábado, participaron cinco neurocirujanos pediátricos, que separaron la intrincada red de venas y arterias y la porción de tejido cerebral que separaban a los dos pequeños hermanos.