TW
0

OTR-PRESS/MADRID

La Conferencia Episcopal rindió ayer un homenaje al Papa Juan Pablo II con motivo del XXV aniversario de su pontificado. En un acto en el Palacio de Congresos de Madrid, al que acudieron casi una veintena de obispos, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, recordó los mensajes de peligro del Pontífice hacia los «nacionalismos exasperados y la intolerancia» y le presentó como un «maestro en humanidad» y un «campeón de la paz».

«El Papa nos ha alertado frente al peligro del nacionalismo exasperado, de racismo y de intolerancia en la inolvidable Vigilia Mariana con los jóvenes en 'Cuatro Vientos' (Madrid), peligros que ponen en cuestión la solidaridad y que, llegan a expresarse a veces, por desgracia, como recordábamos los Obispos Españoles en Asamblea Plenaria en el lamentable fenómeno de la violencia terrorista, que tanto sufrimiento ha causado a nuestro país», declaró Rouco Varela.

Rouco elogió la figura de Juan Pablo II, «su persona y su misión», así como su capacidad de prestar una «contribución decisiva para el establecimiento pacífico de un nuevo orden político basado en el respeto y promoción de la dignidad de la persona humana y de sus derechos fundamentales». «Juan Pablo II es respetado e incluso admirado en todo el mundo como un verdadero maestro en humanidad y como un campeón de la paz», enfatizó el l presidente de la Conferencia Episcopal Española.