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El 67% de los ciudadanos considera que el Sistema Nacional de Salud funciona bien o bastante bien y el 70% percibe su salud como buena o muy buena, según el Barómetro sanitario de 2003 y la Encuesta Nacional de Salud correspondientes al segundo trimestre de ese año presentados ayer. La ministra de Sanidad, Ana Pastor, destacó como dato «esperanzador» el descenso del número de fumadores, que ha pasado del 34,4% al 31% del 2001 al 2003.

El 32 por ciento de los encuestados cree que recibe mejor servicio al gestionar la sanidad las CCAA y el 37,5 piensa que continúa igual, pero la mayoría (75 por ciento) opina que los gobiernos deberían coordinarse para ofertar nuevos servicios. La información clínica que reciben los pacientes es bien valorada (casi un 7 sobre 10), pero no ocurre lo mismo con la información de las administraciones sanitarias sobre trámites y gestiones (4,6).

En ambos estudios, en los que destaca la buena opinión de los españoles de los diferentes niveles de asistencia, perviven sin embargo la insatisfacción con las listas de espera, aunque un tercio de los encuestados considera que han mejorado, y las altas tasas de automedicación -el 60% confesó tomar fármacos sin prescripción-.

Según el Barómetro del 2003, el 67% de los ciudadanos está satisfecho con el sistema sanitario, el 26% cree que necesita cambios fundamentales y el 5,6 apuesta por «rehacerlo». A pesar de la percepción positiva del sistema sanitario, casi la mitad de los españoles cree que hay desigualdades en la asistencia según se resida en una zona rural o en la ciudad, y un 31 por ciento considera que las hay entre autonomías.

Respecto a los hábitos de vida, la inmensa mayoría de los encuestados conoce los factores de riesgo en la aparición de las enfermedades cardiovasculares -alimentación, ejercicio, tabaco y alcohol-. La dieta es el consejo médico que más se sigue, frente a las recomendaciones de practicar ejercicio y dejar de fumar.

Casi el 57 por ciento de los encuestados había tomado alcohol en el último año y, de ellos, un 30 por ciento diariamente.

Según el Barómetro, el 82,6% de los españoles afirma haber recibido una atención buena o muy buena en atención primaria; mientras que los aspectos peor calificados son el tiempo de espera antes de entrar a la consulta y la derivación al especialista.

También ronda el 80 por ciento el porcentaje de ciudadanos que valora la atención del especialista y de la hospitalización, aunque vuelve a aparecer como aspecto negativo el tiempo de espera.

De las personas que solicitaron atención urgente, el 41,5% acudió a atención primaria y el 58,5% a un hospital. De éstos, el 68% lo hizo por decisión propia, la mitad porque pensó que allí lo atenderían mejor, y un tercio porque no era hora de consulta de su médico. Pastor destacó este dato y consideró que debe hacer reflexionar a la administración sobre la necesidad de ampliar los horarios de los facultativos. Respecto al gasto farmacéutico, el 85% de los encuestados se muestra de acuerdo en la necesidad de controlarlo.