La Junta de Andalucía, que preside Manuel Chaves, ha iniciado una investigación.

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EFE-GRANADA
La Delegación de Educación en Granada abrió ayer una información reservada para depurar responsabilidades en la presunta agresión a un niño de siete años de un colegio de Castell de Ferro (Granada) denunciada por su madre, al sufrir la perforación del tímpano izquierdo por la bofetada de un profesor.

El docente, que admitió haber dado un cogotazo al menor tras haber «perdido los nervios» porque no hizo los deberes, según la delegada, «nunca pensó» que eso le causaría lesiones en el tímpano.

La delegada de Educación, Carmen García Raya, dijo que la investigación abierta pretende esclarecer los hechos, ocurridos el pasado 6 de febrero pero conocidos ayer y que se saldaron en su momento con el cambio de aula del alumno a petición de su madre.

García Raya precisó que la Delegación no ha adoptado medidas hasta ahora porque el asunto no le fue dado a conocer por el director del centro, que entendió que el caso se solucionó con el cambio de grupo del menor, como así le solicitó su madre, sin «inconvenientes» ni por su parte ni por la del profesor en cuestión.

La Delegación pretende esclarecer los hechos porque «entre un cogotazo y una guantada que rompe el tímpano hay mucho matiz», según la delegada, que precisó, no obstante, que se trata de un maestro con una trayectoria profesional «fuera de toda duda y acreditada por sus muchos años de experiencia», como así además le han manifestado «de forma espontánea», dijo, madres de alumnos del colegio.

El caso está siendo instruido por un juzgado de Motril en el que la madre del menor, Mercedes Muñoz, denunció los hechos al comprobar, mientras lo bañaba, que su hijo «sangraba por el oído izquierdo» y al certificarse en el Hospital de Santa Ana que padecía perforación del tímpano. Aún se desconocen las secuelas y si podría haber provocado una pérdida parcial de audición.