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EFE-LOS ANGELES
La ruptura entre Penélope Cruz y Tom Cruise ha puesto fin a la relación de una de las parejas más conocidas de Hollywood, con lo que prosigue la racha de relaciones rotas en la vida del popular actor. A través de sus portavoces, ambos reconocieron una ruptura que se había estado anunciando prácticamente desde su comienzo, hace tres años. La separación parecía haberse hecho aún mas evidente en los últimos meses, cuando era prácticamente imposible verlos juntos en el mismo continente. «Se separaron a finales de enero y es una ruptura amistosa», especificó Lee Anne DeVette, portavoz de Cruise y que es además su hermana.

«Siguen siendo buenos amigos y se mantienen en contacto», agregó Robert Garlock, portavoz de Cruz. Ambas fuentes negaron que exista una tercera persona que haya catalizado esta separación. Cruise, de 41 años, y Cruz, de 29, se conocieron en el rodaje de «Vanilla Sky», versión del filme español «Abre los ojos». Meses más tarde, y después de que la estrella sorprendiera a la prensa del corazón con el anuncio de su divorcio de Nicole Kidman tras casi diez años de matrimonio, fue cuando Cruise y Cruz pasaron a convertirse en una de las parejas más conocidas del mundo del cine. Con su amor llegaron los rumores, que hablaban de una relación de conveniencia para Cruise para salir bien parado de su divorcio y en el caso de Cruz, para potenciar su incipiente carrera en Hollywood.

La separación de ambos reaviva la marea de rumores, citando entre otras posibles razones de la ruptura la dedicación de Cruise a la Cienciología, credo con el que Cruz nunca se ha involucrado. También se han renovado los rumores del amor por conveniencia al coincidir con otra sorprendente ruptura en la vida del actor, en este caso de la que había sido portavoz durante toda su carrera, la publicista Pat Kingsley. La hermana de Cruise ha sustituido a Kingsley en lo que muchos en Hollywood han visto como un intento del actor de relanzar su carrera tras un divorcio en el que Kidman se ganó el corazón del público.