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La Fiscalía de Jabárovsk, ciudad del extremo oriente de Rusia, comenzó a investigar más de cien casos de trasplantes de riñón presuntamente ilegales, que habrían causado la muerte de 56 donantes y 43 receptores, reveló ayer la prensa rusa. El expediente penal por ilegalidades con trasplantes renales en dos hospitales de Jabárovsk fue incoado tras una denuncia colectiva firmada por 18 familiares de los fallecidos, indicó el diario «Izvestia».

«De la muerte de mi marido me informaron 15 minutos antes de que se produjera, de acuerdo con los documentos. Eso no es nada: a los Róslikov les informaron de la muerte de un familiar 24 horas antes de su deceso», declaró al periódico Liudmila Pankina, firmante de la denuncia.

La mujer denunció que su esposo, Stepán, de 45 años, ingresó en uno de los hospitales de Jabárovsk por desgarros musculares en las extremidades el 3 de enero de 2001 y dos días después le informaron de su muerte. El certificado señalaba que Stepan había muerto a consecuencia de numerosos traumas.