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La Casa Real restó ayer importancia al incidente del jueves pasado en el aeropuerto internacional de Miami, en el que el equipaje del príncipe de Asturias y de su prometida fue registrado por los servicios de seguridad, dentro de las medidas adoptadas tras los atentados del 11 de septiembre. La pareja, sus cuatro guardaespaldas y una treintena de amigos, entre los que se encontraba Carlos Sainz, aterrizaban en Miami, provenientes de Nassau, Bahamas, para coger un vuelo de Iberia con destino a Madrid el pasado jueves, cuando la comitiva real supo que su equipaje tenía que ser oficialmente revisado.

El hecho está siendo ampliamente comentado por los medios informativos locales, así como la opinión pública. El alcalde de Miami, Dade Alex Penelas, ha manifestado su intención de emprender una investigación sobre lo ocurrido, al tiempo que se disculpó por el incidente, precisando que los inspectores eran «trabajadores del condado». Según informaciones del «Miami Herald» y el «Nuevo Herald.Com», el equipaje del Príncipe y su prometida, que se encuentran ya en Mallorca, fue registrado por inspectores de seguridad en el aeropuerto de Miami, cuando llegaron en un vuelo privado para conectar con uno comercial hacia Madrid.

Las informaciones de ambos medios señalan que un funcionario del Consulado español en Miami afirmó tras el incidente: «No consideramos que ésta sea la forma apropiada de tratar a nuestro futuro Rey; es una violación del protocolo». El portavoz de la Casa Real insistió en quitar importancia a los hechos y recordó que las medidas de seguridad que se adoptaron en todos los aeropuertos internacionales tras los atentados del 11-S contra las torres gemelas de Nueva York se han incrementados tras los atentados terroristas en Madrid del pasado 11 de marzo.