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EFE-CIUDAD VATICANO

El papa Juan Pablo II proclamó ayer la beatificación de sor Eusebia Palomino Yenes, la religiosa que predijo la guerra civil española. La santa nació en 1899 en Cantalpino (Salamanca) en el seno de una familia humilde. En 1922 inició el noviciado en la casa de las Hijas de María Auxiliadora en Sarriá (Barcelona), hasta que en 1924 fue destinada a Valverde del Camino (Huelva), donde murió el 10 de febrero de 1935 y reposan sus restos. El Pontífice beatificó además en esta ceremonia a otros cinco religiosos, entre ellas la mexicana Madre Lupita.

El documento para fundamentar la postulación de su causa de beatificación, la llamada 'Positio', recoge un diálogo entre sor Eusebia y Josefa García Mariscal, en el que la ya beata predice la Guerra Civil del 36. Después de afirmar que «todo lo que tengo lo he ofrecido al Niño Jesús por la salvación de España», sor Eusebia reveló a la testigo que «va a haber una guerra civil muy grande y se va a derramar mucha sangre inocente porque España no se pone de acuerdo».

Sor Eusebia Palomino se había ofrecido como víctima por la salvación de España en 1931, y según el benedictino Manuel Garrido Boñano «el Señor la aceptó. Siguieron tres largos años de dolores indecibles». En el momento en el que se produjeron los testimonios que recoge la «Positio», la religiosa se hallaba ya muy enferma. Otra testigo declaró también que sor Eusebia «predijo los males que se avecinaban contra España y que vendría la calma».