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La madrileños se despertaron ayer con un sol radiante y dejaron en casa abrigos y paraguas. Cientos de operarios comienzan a engalanar las calles con flores y colgaduras y las banderolas ya se ven por todo el centro de la capital. Policías a caballo y con perros vigilan por los alrededores del Palacio Real y la Almudena, por donde el buen tiempo invitó al paseo.

Madrid, durante este fin de semana, será una ciudad sin coches. Los vehículos no podrán circular y los aparcados a lo largo del recorrido y alrededores de la Almudena y Palacio Real serán retirados por la grúa.

Entre la curiosidad y la preocupación por los cierres de tráfico, la ciudad se prepara para el gran acontecimiento. Taxistas, vecinos de las zonas acotadas para la boda, clientes de hoteles, dependientes de establecimientos comerciales, la preocupación general es: ¿Cómo moverse por el centro desde las 16.00 horas del viernes a las 20.00 del sábado? Calles cortadas, líneas de metro y de autobús cerradas. La respuesta dependerá de cada cual, de sus necesidades e ingenio. Los enviados especiales de este diario empezamos a estudiar nuestras posibilidades de movilidad, que no son muchas. Se imponen las zapatillas deportivas, la camiseta de manga corta, los vaqueros y la mochila.

Atasco, una palabra que eriza los pelos de los madrileños sólo con pronunciarla, es la clave en las conversaciones. Los habitantes de Madrid se han acostumbrado a ver policías por todos lados desde el atentado del pasado 11 de marzo, pero será difícil que asuman la peatonalidad obligada. Las cientos de unidades móviles de TVE ocupan aceras y carriles laterales de las calles. Es difícil caminar sin toparse con una camión de la tele, una cámara ya instalada, generadores de electricidad, todo protegido por guardias de seguridad.